Una bomba mató a ocho personas el domingo en un campamento de refugiados en el noroeste de Pakistán, en tanto que un avión estadounidense no tripulado atacó y mató a cuatro presuntos milicianos en las cercanías, dijeron funcionarios. La bomba estalló en un campamento de refugiados para desplazados internos en las afueras de la ciudad de Hangu, dijo el policía Anuar Said Kundi. Dijo que las personas en el campamento han sido desplazadas por un conflicto en la vecina región tribal de Orakzai. El policía dijo que la bomba estaba conectada a una motocicleta y que mató a ocho personas, entre ellas tres niños. También hirió a 17 personas, agregó. Nadie reivindicó el ataque. Kundi dice que no estaba claro porqué alguien atacaría el campamento. Pakistán ha estado enfrentando desde hace tiempo una rebelión de milicianos del Talibán que buscan imponer su versión extrema de la ley islámica. Los talibanes locales han matado a decenas de miles de paquistaníes en la última década. Mientras tanto, una aeronave no tripulada de Estados Unidos mató a cuatro presuntos milicianos en Waziristán del Sur, una región tribal de Pakistán junto a la frontera con Afganistán, dijeron funcionarios de inteligencia y los combatientes talibanes. Entre los muertos había dos milicianos árabes y dos de sus aliados locales en un compuesto en la ciudad de Wana, agregaron. Todos los que hablaron lo hicieron a condición de anonimato porque no estaban autorizados a hablar con los periodistas. Las autoridades no permiten la presencia de periodistas en las zonas tribales de Pakistán, que han sido durante mucho tiempo un refugio seguro para los milicianos locales y extranjeros vinculados con al-Qaida. Los ataques con drones de Estados Unidos son muy impopulares en Pakistán, donde muchas personas los consideran una violación de la soberanía del país, además de que también han matado a civiles. Washington, sin embargo, confía en ellos para expulsar a los milicianos de las zonas donde el ejército de Pakistán no se ha desplegado.