Shirley MacLaine nunca tuvo pelos en la lengua y menos ahora pese a sus rozagantes 80 años. Cuando se le preguntó cómo se sentía al iniciar su década octogenaria, respondió muy suelta de cuerpo y con un mohín: "Bueno, estoy mucho más cerca de morir". Literalmente es cierto, aunque todavía se nota llena de vida a la vibrante actriz ganadora del Oscar. MacLaine es una de las muy pocas estrellas de esa edad que siguen conquistando el lugar preferencial en las carteleras. Esta vez lo comparte con Christopher Plummer, de 84 años, en el drama-comedia "Elsa & Fred", una nueva versión de la película extranjera favorita en 2005. "He visto la película argentina", dijo la actriz en una entrevista reciente. "Me encantó. Me encantó la relación entre ambos. Enamorarse a una edad bien avanzada me pareció realmente atractivo". A primera vista, el personaje Elsa, de MacLaine, parece no ser más que una vecina extravagante de Fred, interpretado por Plummer, quien ha perdido las ganas de vivir tras la muerte reciente de su esposa. Sin embargo, Elsa es una caja de sorpresas, las que no conviene revelar para evitar anticipos indiscretos, aunque valga decir que los espectadores deben estar precavidos de que las apariencias engañan. "Ella realmente miente en todo", afirma la veterana actriz.