La capital italiana fue puesta hoy en estado de “máxima alerta” con el cierre de escuelas y sitios arqueológicos, ante el riesgo de inundaciones causadas por las intensas lluvias. En un mensaje a la ciudadanía, el alcalde de Roma, Ignazio Marino, dijo que para la jornada del jueves estaban previstos fuertes temporales y tormentas y precipitaciones más intensas de lo normal. Señaló que ante ello se ordenó el cierre de escuelas, de sitios arqueológicos y hasta de los cementerios de la ciudad. Marino pidió a sus conciudadanos no usar sus automóviles y salir de casa lo menos posible. Por su parte, el servicio de Protección Civil emitió la alerta “roja” en la capital y en otras regiones del país. Las lluvias ocasionaron también la cancelación de varios vuelos en el aeropuerto Ciampino, el segundo en importancia de Roma, así como el cierre de varias estaciones del metro que desde primera hora quedaron inundadas. El mal tiempo ocasionó que la víspera cientos de personas fueran desalojadas de sus casas en las regiones de Toscana (centro), Liguria y Piemonte (norte). La ciudad más afectada era Carrara, en Toscana, que fue inundada por el desbordamiento del río Carrione y en algunas zonas el nivel de las aguas superó el metro de altura.