WASHINGTON.- Vapuleado en las urnas, criticado por su política exterior y hundido en los sondeos que miden su imagen y popularidad, el presidente norteamericano, Barack Obama, debe ahora tolerar las polémicas objeciones y comentarios sobre el modo de vestir de sus hijas, Sasha y Malia, durante un acto público en la Casa Blanca. La asesora de un legislador republicano acusó a las adolescentes hijas del presidente de falta de clase y de no vestir apropiadamente durante el tradicional acto de indulto a un pavo celebrado en la víspera del día de Acción de Gracias, y finalmente se vio obligada a renunciar. Los sarcásticos comentarios y las recomendaciones de Elizabeth Lauten, directora de comunicaciones del legislador republicano Stephen Fincher, en su perfil de Facebook sobre la actitud y la vestimenta de Malia y Sasha Obama dispararon la polémica en la redes sociales. “Queridas Malia y Sasha, sé que ambas están en esos terribles años de la adolescencia, pero son parte de la familia presidencial, intenten mostrar un poquito de clase”, escribió Lauten. “Vistan como si merecieran respeto, no como en un bar”, continuó Lauten, quien también pidió a las hijas del presidente “no hacer caras durante actos públicos televisados”. En la ceremonia de indulto del pavo, a la que acudieron junto a su padre, Malia, de 16 años, llevaba una minifalda escocesa con un sweater gris, mientras que Sasha, de 13, lucía un vestido corto de color marrón con una chaqueta larga encima. Perdón A última hora del sábado, cientos de internautas habían pedido en Twitter que Lauten sea despedida de su trabajo por medio del hashtag #FireElizabethLauten, pese a que ella borró los comentarios de su Facebook y escribió una nota de disculpa. Lauten pidió perdón y señaló que, “después de muchas horas de oración” y de hablar con sus padres, se dio cuenta de lo “dañinas” que fueron sus palabras sobre las hijas del presidente. Finalmente, hoy presentó su renuncia, informó The Washington Post. Las críticas de Lauten han sido las más cuestionadas, pero no las únicas, ya que tras la ceremonia de indulto al pavo, celebrada el miércoles último, varios medios comentaron los gestos y expresiones de Malia y Sasha, y afirmaron que parecían “aburridas” e incluso molestas por tener que estar allí. La mayoría de los analistas políticos, en cambio, coincidía en descalificar cualquier tipo de acción que convirtiera en blanco político a los hijos menores de un presidente.