LOS ANGELES — Decenas de hispanos se congregaron el miércoles bajo la lluvia para exigir al gobierno estadounidense la cancelación del llamado "Plan Mérida", una iniciativa de seguridad establecida por Washington para combatir el narcotráfico y el crimen organizado en el país vecino. Bajo la consigna "Estados Unidos está cansado también", una treintena de manifestantes de Los Angeles se unió así a una protesta nacional planeada en 43 ciudades del país. Las manifestaciones tuvieron lugar en momentos en que México atraviesa una difícil situación tras la desaparición de 43 estudiantes en el estado de Guerrero. "Vengo a exigir a mi gobierno que deje de ser cómplice de lo que está pasando en México, con los miles y miles de muertos y desaparecidos y presos", dijo la estadounidense de origen mexicano Nancy Cisneros, quien busca a su hermano Javier Cisneros desde que desapareció en Jalisco en octubre del 2013. Los organizadores de las protestas esperaban que personas de todo Estados Unidos se concentraran frente a edificios federales para pedirle al gobierno del presidente Barack Obama y al Congreso que frenen el envío de millones de dólares de ayuda militar y entrenamiento para las fuerzas de seguridad mexicanas, acusadas de cometer violaciones a los derechos humanos, entre ellas el secuestro de los estudiantes de la Escuela Rural Normal de Ayotzinapa. El Plan Mérida, conocido también como Iniciativa Mérida o Plan México, fue aprobado por el Congreso de Estados Unidos y activado por el presidente George Bush a mediados de 2008. La Iniciativa fue establecida por Estados Unidos en acuerdo con México y los países de Centroamérica. "Estamos haciendo esto por la desaparición de los estudiantes (de México), pero más que nada estamos pidiendo al gobierno de Estados Unidos que pare de financiar al gobierno mexicano", expresó Karla de Anda, una de las organizadoras de la protesta en Miami. "Es un esfuerzo comunitario de mexicanos residentes en Estados Unidos que queremos que nuestro dinero de impuestos no financie al gobierno mexicano, que es corrupto", dijo la activista, quien nació en México y vive en Estados Unidos desde hace 14 años. La campaña fue organizada en unas tres semanas por una amplia red de comunidades conectadas con México que incluyó organizaciones pro inmigrantes, instituciones de derechos humanos, grupos estudiantiles, organizaciones religiosas y activistas. La convocatoria fue a través de llamadas telefónicas, reuniones y por las redes sociales, con la consigna #USTired2. Ese nombre es el correspondiente en inglés al de la campaña #YaMeCansé utilizado por los mexicanos para manifestar que están hartos de la violencia, los abusos a los derechos humanos y la impunidad. Los manifestantes también exigían que el gobierno mexicano investigue la desaparición de los 43 jóvenes en Ayotnizapa, así como la de otros miles en México. "Mucha gente en este país tiene familiares que han desaparecido. Entonces nuestro pedido de que investiguen las desapariciones no es en solidaridad (con los familiares de los estudiantes), sino como familiares de los desaparecidos", manifestó Rubén Tapia, uno de los organizadores de la protesta en Los Angeles. Los estudiantes desaparecidos fueron detenidos por la policía de Iguala y entregados a miembros del cártel del narcotráfico Guerreros Unidos, que controla parte del estado, de acuerdo con las autoridades. Según el gobierno de México, los jóvenes fueron asesinados y sus cadáveres no pueden ser reconocidos porque fueron incinerados. El alcalde de Iguala y su esposa fueron detenidos acusados de complicidad en los asesinatos. Entre las ciudades que dijeron iban a participar de la protesta estaban Albuquerque, Atlanta, Nueva York, Los Angeles, San Francisco, Miami, Austin, Houston, Boston, Chicago, Seattle, Washington, Salt Lake City y Ferguson. Los organizadores no informaron cuántas personas acudieron a las manifestaciones. "No estamos hablando de una movilización masiva porque no existe aún la madurez política para llegar a eso", expresó desde Nueva York Roberto Lovato, uno de los organizadores de las manifestaciones. "Es algo muy nuevo, no tenemos el dinero para promover juegos de pelota", indicó tras enfatizar que la campaña de movilización la hicieron voluntarios, a pulmón. En Nueva York, donde también estaba lloviendo, unas 100 personas se concentraron en la tarde frente a un edificio federal y luego en la noche en Times Square, dijo Lovato. En Miami, una treintena de manifestantes protestó frente a la histórica Torre de la Libertad y un grupo de ellos se acostó en el piso simulando estar muertos y formó el número 43 para honrar a los estudiantes desaparecidos. Antes, levantaron un cartel inmenso con la foto de Jorge Luis González Parral, uno de los chicos mexicanos de Ayotnizapa.