CIUDAD DEL VATICANO — El papa Francisco celebró el viernes la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe en una misa en la que pidió que el futuro de América Latina sea en favor de los pobres. Que el porvenir "sea forjado por los pobres y los que sufren, por los humildes, por los que tienen hambre y sed de justicia", afirmó en la eucaristía de la misa concelebrada con 750 sacerdotes. "Hacemos esta petición porque América Latina es el continente de la esperanza, porque de ella se esperan nuevos modelos de desarrollo", agregó. La cantante argentina Patricia Sosa cantó piezas de la "Misa Criolla" del también argentino Ariel Ramírez. La efigie de la Virgen de Guadalupe fue colocada en el parte central de la basílica y la ceremonia se desarrolló en castellano. También participó el Coro Pontificio de la Capilla Sixtina, se entonó el himno guadalupano y dos villancicos del folclore popular que acompañaron una oración que rezó el pontífice ante miles de fieles. Una de las oraciones fue en la lengua indígena náhuatl, por ser la misma que la Virgen de Guadalupe habló al indígena mexicano Juan Diego. La basílica de Guadalupe, el mayor templo católico mexicano construido en Ciudad de México, en el lugar donde según la tradición la Virgen se apareció en varias ocasión a Juan Diego en 1531, la última el 12 de diciembre de ese año. Juan Diego fue canonizado en 2002 por Juan Pablo II. Con sentidas palabras el papa suplicó "a la Santísima Virgen María, en su advocación guadalupana, a la Madre de Dios, a la Reina, a la Señora mía, a mi jovencita, a mi pequeña, como la llamó San Juan Diego". El pontífice elogió la "Misa criolla", una de las primeras misas compuestas en idiomas vernáculos tras las reformas del Concilio Vaticano II. La festividad de Nuestra Señora de Guadalupe es una de las más importantes en la región. Millones de personas hacen la peregrinación anual a la basílica mexicana en homenaje a la Virgen morena.