Bogotá.- Luis Fernando Montoya, cuadripléjico desde hace una década, se siente feliz porque esta vivo y sueña con mover las manos y abrazar a su hijo José Fernando. Montoya, el 'Campeón de la Vida" -como lo bautizo su amigo y psicólogo Luis Alfonso Sosa cuando estaba en estaba critico- recibió un disparo en el cuello durante un asalto. El ex técnico de 53 años de edad sufrió el ataque en su casa campestre en la población de Caldas, en las afueras de Medellín, meses después de que llevó a Once Caldas de Manizales a la sorpresiva victoria ante Boca Juniors de Argentina en la final de la Copa Libertadores. "Soy un hombre feliz porque tengo vida, estoy cerca de mi familia y puedo ver crecer a mi hijo", declaró al matutino El Espectador de Bogotá que lo eligió formalmente el martes "Campeón de la Vida" en la proclamación del ciclista Nairo Quintana Deportista del Año y del astro James Rodríguez Personaje del Año. Montoya ha pasado varios momentos muy críticos y hasta sufrió algunas lesiones en un accidente de carretera, pero no se da por vencido. "Estuve a punto de desistir. Es que cuando pienso en aquel día que nos cambió la vida me lleno de nostalgia, porque fue algo inesperado para todos. Yo tenía posibilidades de dirigir en Europa y estaba en mi mejor momento", indicó. Pese a las grandes limitaciones físicas, Montoya es muy activo, dicta conferencias y pública una columna en El Espectador. "En pocos días (el 22 de diciembre) completo 10 años de estar así y aunque ha sido muy difícil este proceso, creo que lo he sorteado bien. Hace un tiempo nadie daba un peso por mí, muchos, incluso, pensaron que no iba a sobrevivir, pero fui capaz de salir adelante y miren como estoy ahora. Dejé el ventilador y el marcapasos diafragmático y ya puedo sostener una conversación, ¡qué orgulloso me siento!", subrayó. José Fernando, su hijo, tenía tres años cuando el popular ex entrenador fue atacado. "Mi gran anhelo es poder mover las manos y abrazarlo. Por ahora no lo puedo hacer, pero esa es mi lucha diaria. Si lo logro me voy a sentir muy feliz, pero si no, espero que él se lleve en el corazón el esfuerzo que su papá hizo para lograrlo", concluyó.