Este martes, cuando inicien las posadas, el tradicional ponche de temporada será servido con frutas de diversos colores y sabores como el tejocote, que se produce en su mayoría en el estado de Puebla, se usa en la elaboración de panes y ate, y además tiene propiedades curativas. Puebla produjo en 2013 un total de tres millones 252.90 mil toneladas del tejocote que es utilizado también para adornar la tradicional ofrenda del Día de Muertos en todo el país, por su color naranja. De acuerdo con especialistas, dicho fruto aporta gran cantidad de sustancias benéficas para la nutrición, como el calcio, que protege los huesos y dientes, además de favorecer la flexibilidad de los músculos, la coagulación sanguínea y la transmisión de impulsos a través del sistema nervioso. Señalan que contiene vitaminas C y B; es diurético y antiespasmódico; ayuda a disminuir el nivel de colesterol, entre otros. Tiene además gran contenido de pectina, sustancia de diversos usos industriales, entre los que destacan las aplicaciones farmacéuticas, para elaborar cremas y geles reafirmantes. En cuanto a su uso en la cocina, el chef ejecutivo de la Escuela de Gastronomía de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP), José Lazcarro Quiróz, en entrevista con Notimex, dijo que en Puebla en Día de Muertos se coloca como adorno, y en diciembre rellena la tradicional piñata de la posada. José Lazcarro señaló que se consume en almíbar y mermelada. Para esto se limpia y se le quita el hueso, se pone en agua con azúcar, hasta que se encuentre completamente cocinado y con la consistencia. También lo cristalizan para el pan o pastel de tejocote o en las roscas de reyes. Además, con el Tejocote se puede elaborar un mousse, el ate, un buen licor, una salsa para lomo de cerdo o el pavo para la cena de Navidad. De acuerdo con distintas recetas, el tradicional ponche lleva tejocotes pelados, guayabas rebanadas, cañas peladas y partidas en cuartos, ciruela pasa, rajitas de canela y piloncillo. Algunas consideran también manzana y jamaica. La preparación inicia con la selección de una olla grande que es llenada de agua, se le agrega la canela y piloncillo. El hogar se impregna del olor, sabor y calor navideño. Al momento que el agua hierve, se le añaden las cañas, y los tejocotes, para dejar al final las guayabas, la jamaica y la ciruela pasa. Todo esto se va deja hasta el punto de ebullición, cuando las frutas comienzan a soltar sus esencias. Esta deliciosa bebida, por su gran contenido de diuréticos, logra que disminuya la cantidad de glucosa en la orina y la sangre, muy conveniente para la gente enferma de diabetes, además ayuda a tratar problemas digestivos y eliminar lombrices intestinales. La raíz de tejocote estimula los riñones, la eliminación de orina, ayudan a controlar la presión arterial elevada, a bajar el ácido úrico y a disolver cálculos renales.