WASHINGTON — El Departamento de Seguridad Nacional está ensayando un nuevo medio para rastrear a las familias inmigrantes sorprendidas al cruzar la frontera ilegalmente y liberadas luego en Estados Unidos: tobilleras con GPS. Semanas atrás, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) inició un plan para colocar los dispositivos a algunos padres sorprendidos en el cruce de la frontera con México en el Valle del Río Grande, Texas. Se les colocaron al liberarlos, con instrucciones de presentarse a las autoridades de inmigración, según un documento confidencial de ICE obtenido por la Associated Press. En septiembre, el servicio dijo a un grupo defensor de los inmigrantes en una reunión confidencial que alrededor del 70% de los inmigrantes que viajaban en familia no se presentaron a la ICE como se les había ordenado. La AP obtuvo una grabación en audio de la reunión y entrevistó a algunos participantes. El agente de ICE en la grabación no fue identificado. Ante la alta tasa de incumplimiento y la falta de espacio en las prisiones, el gobierno federal habilitó una cárcel temporal para familias en la academia de la Patrulla Fronteriza en Nuevo México y adaptó una prisión para hombres en Texas para alojar a las familias. Los defensores de los inmigrantes han criticado al gobierno del presidente Barack Obama por encarcelar a madres con niños y por las malas condiciones en las prisiones. El agente del ICE en la reunión dijo que la agencia estudiaba alternativas al encarcelamiento y que recibiría de buen grado cualquier sugerencia. El ICE dijo esta semana que el programa piloto, conocido como WRGV 250, comenzó el 1 de diciembre y rastreará a 250 "jefes de núcleos familiares" sorprendidos con sus familias en el Valle del Río Bravo y liberados dentro de Estados Unidos. Una vez que esos inmigrantes cumplan la orden de presentarse a las autoridades, el ICE les puede retirar el dispositivo de rastreo. El documento dice que los dispositivos con GPS permitirán a ICE registrar la tasa de inmigrantes que se reportan ante la agencia como se les ordenó y el tiempo promedio que les toma a esas personas reportarse. Si el programa resulta exitoso, pudiera ser expandido. Jennifer Elzea, portavoz del ICE, dijo que se estudian los casos individualmente para decidir quién debe quedar detenido y quién queda en libertad. Aquellos que no representan una amenaza para el público son considerados para programas de monitoreo como éste, dijo. Durante el año fiscal del 2014, concluido en septiembre, agentes de la Patrulla Fronteriza arrestaron a más de 68.000 inmigrantes que cruzaron la frontera desde México como familias. Más de 61.000 de esas personas eran hondureñas, guatemaltecas y salvadoreñas y no podían ser repatriadas de inmediato. La mayoría de esas personas fueron dejadas en libertad con órdenes de reportarse ante ICE y registrarse en un programa llamado Alternativas a la Detención, que permite que el gobierno mantenga vigilancia sobre esos inmigrantes mientras sus casos son procesados en los tribunales de inmigración. El proceso puede demorar años. Más de 429.000 casos están pendientes en los tribunales federales de inmigración. Miles de esos inmigrantes están registrados en el programa del ICE, que varía de reportarse periódicamente por teléfono a llevar la tobillera con GPS.