Chilpancingo, Gro.- Después de haber sido secuestrado la noche del domingo en Ciudad Altamirano, localidad de la Tierra Caliente de Guerrero, el sacerdote Gregorio López Gorostieta apareció ayer muerto con un balazo en la cabeza. El cuerpo del sacerdote fue localizado la tarde de ayer en un tramo de la carretera que conecta a Ciudad Altamirano con el municipio de Arcelia, Guerrero; los restos aparecieron en la colonia Juárez, del Municipio de Tlapehuala, a unos 20 kilómetros del sitio de su captura. El clérigo conocido como “Padre Goyo” fue secuestrado, el pasado 21 de diciembre, por personas armadas que ingresaron al seminario católico de Altamirano, que se encuentra en las faldas del Cerro Chuperio, alejado de la zona urbana. Gregorio López Gorostieta daba clases en esas ciudad, cabecera municipal de Pungarabato, una de las alcaldías con presencia de fuerzas federales como parte del “Operativo Especial de Seguridad Tierra Caliente”, anunciado el pasado 3 de diciembre. A través de su cuenta de Facebook, la Catedral de Ciudad Altamirano, el padre Javier, confirmó el homicidio del cura. “Hoy comunico con profundo dolor que nuestro hermano el padre Gregorio López Gorostieta ha partido a la casa del padre. Con fe puedo decir que está gozando de la presencia de Dios”, publicó. En el mensaje, dio a conocer que los restos de Gregorio López serán velados hoy en el Seminario de Ciudad Altamirano y mañana serán trasladados a su parroquia en Nanchititla. Hasta el momento no se tienen indicios de qué grupo criminal está involucrado en el secuestro y asesinato de López Gorostieta. Por la mañana de ayer, en medio de un mensaje de esperanza por la Navidad, la Arquidiócesis Primada de México se había sumado al reclamo contra la violencia e inseguridad en este país por la desaparición del sacerdote. Estos hechos se registran a pesar de que el Gobierno Federal desplegó en esa región un operativo de vigilancia desde hace un mes en el que participan la Gendarmería Nacional, la Marina, el Ejército y la Policía Federal. De acuerdo con el testimonio del obispo de Ciudad Altamirano, Maximino Martínez, un grupo de personas habrían obligado a salir al sacerdote del Seminario “La Anunciación” la noche del domingo. “Algunos seminaristas que iban llegando de las diferentes parroquias, vieron entre la oscuridad que algunas personas extrañas merodeaban el lugar. Todo indica que al padre Gregorio lo obligaron a salir en su camioneta”, explicó el obispo en un comunicado que ayer replicó la Conferencia del Episcopado Mexicano. El padre López Gorostieta era originario de la localidad de Nanchititla, Estado de México, donde tenía su parroquia. Dicha comunidad pertenece a Luvianos, Municipio colindante con el Estado de Guerrero. Pese al operativo federal, miembros de la Diócesis de Ciudad Altamirano han tomado una serie de medidas preventivas de seguridad, como rotular los automóviles donde viajan y evitar transportarse de noche.
La Voz de Michoacán
