El clima fue la probable causa del accidente del avión de AirAsia, cuyos motores se habrían dañado por la formación de hielo, ocasionando la tragedia en el oeste de Indonesia con saldo de 162 muertos, informó hoy la Agencia de Meteorología. “En base a los datos de que disponemos, recibidos durante la ubicación y el último contacto con la aeronave, el clima fue el factor desencadenante del accidente”, dijo Edvin Aldrian, jefe de investigación de la agencia meteorológica indonesia. Explicó que la formación de hielo fue un factor significativo, posiblemente afectando el funcionamiento de los motores del avión y haciendo que se pararan. “Se trata simplemente de una de las eventualidades, basada en el análisis de los datos meteorológicos existentes”, agregó la agencia, que no menciona por qué otros aviones en corrientes de vuelo similares no se vieron afectados por el clima. El Airbus A320-200, con 162 personas a bordo, cayó el pasado 28 de diciembre al mar de Java, en el oeste de Indonesia, tras enfrentarse a un frente nuboso, poco después de despegar de la ciudad indonesia de Surabaya rumbo a Singapur. El piloto pidió permiso para tomar mayor altura para evitar las tormentas amenazantes, pero no recibió inmediatamente la autorización a causa del importante tráfico aéreo que había en ese momento. Poco después, el aparato desapareció de las pantallas de los radares. Chappy Hakim, excomandante del ejército del aire, consideró que no es pertinente avanzar hipótesis sobre las causas del accidente mientras no hayan encontrado las cajas negras. Los equipos de rescate reanudaron este domingo la búsqueda de víctimas y de las cajas negras del avión de AirAsia, mientras más de un millar de fieles y familiares de las víctimas asistieron a ceremonias religiosas en una iglesia de Surabaya, según el diario The Jakarta Post. Aprovechando una breve mejoría del tiempo, los buzos se sumergieron este domingo a 30 metros de profundidad, donde se encontraría la mayor parte del fuselaje y recuperaron cuatro nuevos cuerpos, con lo que ya son 34 los encontrados hasta ahora. Las labores de búsqueda, en la que participan varios países, entre ellos Francia, Estados Unidos y Rusia, se centran en una zona al suroeste de la ciudad de Pangkalan Bun, pero se extenderán hacia el este, en previsión de que las corrientes marinas hayan arrastrado partes del avión. “La prioridad, según los responsables indonesios, es acelerar la evacuación de cadáveres que todavía se encuentran en el interior del avión”, en el que viajaban 155 indonesios, tres surcoreanos, un británico, un malayo, un singapurense y el copiloto francés.