La defensa de la maestra Elba Esther Gordillo busca por todos los medios a su alcance que la exdirigente nacional del sindicato magisterial cumpla su condena en su casa, bajo la modalidad de prisión domiciliaria. Abogados de la ex líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) recordaron que la profesora sólo tiene un riñón y que estando en el hospital de Tepepan corre el riesgo de sufrir una infección que obligaría a someterla a una diálisis. A casi dos años de su detención, Gordillo “está pasando el peor de los mundos: no está en un área de un reclusorio ni en una prisión domiciliaria, está en un cuarto de un hospital”, dijeron abogados a Reporte Índigo. El abogado se quejó de que hace más de 600 días Elba Esther ha pasado en un cuarto que no cuenta con una ventana por donde entre la luz del sol. Eso, prosiguió, la ha llevado a consumir diariamente vitamina D que el propio cuerpo produce cuando se expone a la luz solar. Según el defensor de Gordillo, existe la posibilidad de que el estado hospitalario en el que ésta se encuentra le provoque una infección en el único riñón que posee, por lo que no se descarta la diálisis. Por eso, agregó, se solicitará que se le opere y se buscará que cumpla su condena mediante la modalidad de prisión domiciliaria. Ese es un derecho y su cliente, subrayó, cumple los requisitos para obtenerlo. El abogado detalló que cuando la exlideresa del SNTE entró al reclusorio sólo tenía un riñón y creció de manera importante. “Un aneurisma puede provocar una hemorragia cerebral, lo cual es peligroso, pues ella presenta muchas altas y bajas de presión arterial”, agregó. Además, dijo, la falta de movilidad le ha desarrollado hernias en dos discos de la columna, además de tres infecciones por las bacterias y gérmenes del hospital. “Lo grave es que, al tener ella solo un riñón, si la infección llega a ese riñón, podría perderlo y eso daría lugar a diálisis”. Desde su llegada al penal de Santa Martha Acatitla, Gordillo pidió ser atendida en una clínica privada, pero las autoridades rechazaron esa petición y la enviaron a la Torre Médica de Tepepan. No obstante, el año pasado fue llevada en dos ocasiones a un Hospital privado para el control y seguimiento del tratamiento clínico al que está sometida. Esta atención especial esta prevista en la ley de los centros de reclusión del Distrito Federal. En marzo de 2013, días después de su detención, Gordillo fue trasladada del penal de Santa Martha Acatitla a la cárcel femenil de Tepepan, en atención a una solicitud de su médico personal y al diagnóstico emitido por los doctores del Sistema Penitenciario. En aquella ocasión, autoridades capitalinas aseguraron que Gordillo presentó un malestar no especificado, por lo que pidió ser llevada a una clínica privada. Sin embargo, se le informó que la cárcel de Tepepan cuenta con una torre médica de especialidades en la que sería atendida.