Cuba y Estados Unidos pondrán en marcha mañana, miércoles, el proceso de negociación para normalizar sus relaciones diplomáticas, un hecho inédito en más de 50 años de un conflicto que los presidentes de ambos países parecen querer ponerle fin. El restablecimiento de relaciones no significará "un abrazo entre hermanos" pues ambos países se han cuidado de proclamar que solo desean beneficiarse de una convivencia que no anula las viejas discrepancias que los enemistaron. La delegación estadunidense estará encabezada por la secretaria de Estado Adjunta para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, quien tendrá como contraparte a la directora de Estados Unidos de la Cancillería cubana, Josefina Vidal. La primera reunión de ambos adversarios de la Guerra Fría en el Hemisferio Occidental debe trazar una "hoja de ruta" que iniciará con el restablecimiento de los vínculos diplomáticos y la apertura de respectivas embajadas. Desde el 3 de enero de 1961, La Habana y Washington carecen de relaciones diplomáticas, pero desde 1977 han funcionado en las respectivas capitales secciones de intereses que atienden asuntos consulares. El conclave, pactado para el 21 y 22 de enero, estará precedido por una nueva ronda sobre el cumplimiento de los acuerdos migratorios firmados en 1994 y 1995 que frenaron el masivo éxodo de cubanos hacia Estados Unidos pero no detuvieron la emigración. En este primer contacto del día 21 evaluarán los acuerdos migratorios y las acciones para enfrentar la migración ilegal y el tráfico de migrantes, entre otros temas en los que Cuba y Estados Unidos vienen colaborando. El 22 de enero se realizará la primera reunión sobre el proceso de restablecimiento de las relaciones diplomáticas bilaterales, que fue informado en forma simultánea por los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro. Tras el acuerdo anunciado el 17 de diciembre pasado, Estados Unidos flexibilizó las restricciones de viaje y comercio con la isla, amplió el monto de las remesas y ofreció servicios de telecomunicaciones y finanzas. Cuba, por su parte, liberó a 53 presos de una lista elaborada por Washington, aunque opositores sostienen que continúan en prisión otros adversarios del gobierno al que acusan de violar los derechos humanos. La crucial reunión del miércoles y jueves estuvo antecedida la víspera por la visita de una delegación de congresistas demócratas de Estados Unidos, encabezada por el senador Patrick Leahy (Vermont), que se reunió con el canciller cubano, Bruno Rodríguez. El titular de exteriores isleño dijo a los legisladores federales estadunidenses que su país está abierto a mayores vínculos diplomáticos y comerciales, y Leahy defendió la nueva política de Obama hacia Cuba. El restablecimiento de relaciones diplomáticas Cuba-Estados Unidos, que ha despertado amplias expectativas, marcará un antes y un después en la historia del hemisferio Occidental, según concuerdan muchos analistas. De prosperar este primer paso, quedaría pendiente un mayor y progresivo relajamiento del embargo económico estadunidense, que solo puede ser levantado en su totalidad por el Congreso, dominado por el Partido Republicano.