Ante la inminencia de la mayor tormenta de nieve en la historia de Nueva York, el gobernador Andrew Cuomo declaró esta tarde un virtual estado de sitio para la ciudad y los condados contiguos. En una conferencia de prensa, Cuomo informó que a partir de las 11 de la noche, ningún auto particular podrá circular y todo el transporte público dejará de funcionar. Agregó que prácticamente todos los vuelos desde y hacia los tres aeropuertos que atienden al tráfico aéreo de Nueva York serán suspendidos a partir de la noche de este lunes y al menos hasta el martes. La suspensión de todo el transporte público y el uso particular de caminos y carreteras fue extendida a 13 condados del estado, así como al tren ligero que conecta la ciudad de Nueva York con el estado de Nueva Jersey. Cuomo advirtió que los autos particulares que sean sorprendidos en las carreteras recibirán una multa de hasta 300 dólares. Los servicios meteorológicos proyectan una precipitación de nieve de entre 60 y 90 centímetros, y vientos que podrían rebasar los 100 kilómetros por hora en algunos suburbios de Nueva York, advirtió. La nevada, combinada con la potencia de los vientos, reducirá la visibilidad a prácticamente cero, y hará que las carreteras y caminos se tornen muy resbalosos y difíciles de maniobrar. “La tormenta está prevista para ser una de las peores que haya visto la región, y debemos poner primero que nada la seguridad y tomar todas las precauciones necesarias”, afirmó el gobernador. Las medidas anunciadas por Cuomo, que desde el mediodía había declarado un estado de emergencia para el estado, son similares a las tomadas por los gobiernos de Nueva Jersey, Massachusetts, Connecticut, Rhode Island, Nueva Hampshire y Maine. A su vez, el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, anunció que las escuelas serán suspendidas este martes, y llamó a los neoyorquinos a refugiarse cuanto antes en sus hogares a fin de permitir la operación de los equipos de limpieza. “Nuestro mensaje para los neoyorquinos es que no subestimen esta tormenta”, recomendó De Blasio durante una conferencia de prensa ofrecida la tarde de este lunes. Antes de la que se espera sea la mayor tormenta en la historia de la ciudad, la más intensa precipitación invernal se había registrado en Nueva York en 2006, cuando la ciudad recibió 70 centímetros de nieve.