El uso frecuente de equipos electrónicos, como tablets y teléfonos inteligentes, en la adolescencia tanto a lo largo del día como a la hora de acostarse, repercute de manera negativa en la calidad y cantidad de sueño, sostienen científicos. Una investigación realizada en Noruega encontró una relación negativa entre el uso de estas tecnologías y el sueño, por lo que los expertos sugieren a los padres restringir los dispositivos independientemente de la hora del día en que sus hijos adolescentes los utilicen. El estudio se centró de manera particular en los adolescentes pues son éstos quienes pasan un largo tiempo utilizando los dispositivos durante el día, especialmente cerca de la hora de dormir. Los resultados de la investigación, publicados en la revista británica BMJ Open, muestran que cuanto más tiempo pasa un adolescente haciendo uso de los aparatos electrónicos, “su sueño será peor”. El estudio, realizado con casi 10 mil jóvenes de entre 16 y 19 años de edad, encontró que más de dos horas de tiempo viendo la pantalla de sus equipos después de la escuela, están íntimamente vinculadas a un retraso para conciliar el sueño y que éste sea más corto. Casi todos los adolescentes dijeron haber utilizado los dispositivos poco antes de irse a la cama, y la gran mayoría de ellos tuvieron menos de cinco horas de sueño por la noche, indica la doctora Mari Hysing, investigadora de la Universidad de Bergen. Los especialistas analizaron la rutina de sueño de los jóvenes durante todos los días de la semana, incluidos sábado y domingo, así como la cantidad de tiempo que pasan frente a la pantalla de sus dispositivos ya fuera del horario escolar. En promedio, las chicas gastan alrededor de cinco horas y media al día viendo la televisión o usando computadoras, teléfonos inteligentes u otros dispositivos, mientras los chicos pasan más tiempo delante de una pantalla, alrededor de seis horas y media en una jornada. Entre los adolescentes varones son más populares los juegos en consolas o computadoras, en tanto que las mujeres son más propensas a pasar su tiempo en el chat en línea. Sin embargo, los científicos encontraron que cualquier tipo de uso de una pantalla durante el día y a la hora de acostarse perturba el sueño, “hace más difícil conciliar el sueño y dormir suficiente”, pero cuanto más tiempo pasen “más perturbado será su sueño”. Refieren que cuando se utilizan los dispositivos cuatro horas o más, los adolescentes tienen 49 por ciento más de riesgo de tardar en conciliar el sueño hasta una hora y dormir menos de cinco horas por la noche. El tiempo durante el que miran a una pantalla iluminada a la hora de acostarse interfiere con la somnolencia, pues el cerebro recibe señales equivocadas y mantienen el cuerpo en alerta, lo que altera nuestro reloj natural, señalan. “Sabemos que dormir lo suficiente es esencial para una buena salud física y mental. Así que la desconexión (de los dispositivos) puede ser un paso importante hacia la obtención de una buena noche de sueño”, concluyen.