Estados Unidos condenó la decapitación de 21 egipcios en Libia a manos de insurgentes afiliados al grupo extremista Estado Islámico, calificándola de "despreciable" y "cobarde". El responsable de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, añadió en un comunicado el domingo por la noche que la barbarie del grupo "no conoce límites". Earnest apuntó que las decapitaciones señalan la necesidad de una solución política al conflicto en Libia, añadiendo que la situación en el país solo beneficia a grupos terroristas y pidió a los ciudadanos del país que se unan contra el terror. También el domingo, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, llamó al ministro egipcio de Exteriores Sameh Shukry. Le ofreció sus condolencias en nombre de su país y condenó enérgicamente los asesinatos. Kerry y el canciller acordaron mantenerse en contacto mientras los egipcios decidían cómo responder a la afrenta, según un comunicado del Departamento de Estado. El grupo Estado Islámico hizo público el domingo un video en el que supuestamente muestra la decapitación en masa de rehenes cristianos coptos. The Associated Press no pudo verificar la grabación de forma independiente, pero el gobierno de Egipto y la iglesia copta, con sede en el país, dijeron que el video era auténtico.