Al menos diez agentes y tres aficionados holandeses resultaron heridos esta tarde durante desordenes registrados en el centro de la capital italiana, pocas horas antes del inició del partido entre los equipos Roma y Feyenoord, informó la policía. "Roma ha sido devastada y herida", denunció el alcalde de la Ciudad Eterna, Ignazio Marino, a través de una red social, tras los desmanes de los hinchas del Feyenoord. Dijo que "nuestra capital, tan delicada, y sus ciudadanos no pueden convertirse en rehenes de violentos llegados con el pretexto de apoyar a su escuadra". Según portavoces de la policía, los hechos más graves se verificaron en la céntrica Plaza de España, donde la fuente "La Barcaccia", diseñada en el siglo XVII por el arquitecto Pietro Bernini y su hijo Gian Lorenzo, resultó dañada. La zona quedó cubierta de botellas de cerveza y objetos lanzados por los seguidores de la escuadra de Rotterdam, que fueron cargados por los agentes en autobuses para ser transferidos al estadio, donde estaba programado el partido de la Liga Europea. En los desordenes resultaron heridos diez agentes de seguridad y tres "hooligans", aunque no de gravedad, confirmó la jefatura de la policía.