Nueva Zelandia alerta sobre amenaza de envenenar la leche para bebés

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Autoridades de Nueva Zelandia alertaron hoy sobre el posible envenenamiento de cargamentos de leche de fórmula para bebés, ante una amenaza anónima lanzadas en meses pasados, en protesta al empleo del pesticida 1080 en el campo.

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La amenaza fue emitida en cartas enviadas en noviembre pasado a la compañía Fonterra y a la sociedad Agricultores Federados, en las que se advertía de se haría efectivo el envenamiento a finales de este mes, si no se dejaba de utilizar el pesticida.

“Las cartas amenazaban con contaminar productos lácteos para bebés y de otro tipo con 1080 a menos que Nueva Zelandia deje de emplear el pesticida para finales de marzo, indicó Mike Clement, subcomisionado de la Policía neozelandesa.

En una conferencia de prensa, el responsable policiaco explicó que las cartas enviadas a Fonterra, la mayor exportadora de productos lácteos del mundo y la más grande de Nueva Zelanda, iban acompañadas de pequeños paquetes de leche en polvo que dieron positivo al pesticida.

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El autor o los autores de la carta afirmaron que contaminarían la leche si el gobierno incumplía con la demanda de dejar de usar el 1080, un pesticida agrícola usado para el control de ratas, destacó Clemente, según un reporte del diario The New Zealandan Herald en Internet.

"Si bien hay una posibilidad de que ese anuncio sea un engaño, debemos tratarlo en serio”, afirmó el vicecomisionado de Policía, tras afirmar que se ha iniciado una investigación para dar con los responsables.

Pese a que es muy probable que la amenaza sea falsa, el primer ministro de Nueva Zelandia, John Key, pidió a los fabricantes y distribuidores garantizar la seguridad de las formulas lácteas y los padres estar alerta ante cualquier sospecha de que el producto haya podido ser manipulado.

Key aseguró a los padres de que las latas de leche en polvo que se vende en las tiendas es segura, ya que han sido verificadas por el Ministerio de Industria Primaria (MPI), “se han analizado unas 40 mil muestras de productos, sin hallar pruebas de contaminación”, indicó.

El titular el MPI, Scott Gallacher, dijo, por su parte, que la primera prioridad del gobierno era proteger la salud y el bienestar de los consumidores. "Estamos seguros de la fórmula infantil que se vende en Nueva Zelanda es tan segura como lo era antes de la amenaza”.

"La gente debe sentirse segura al usar fórmula infantil, ya que cumple con los estrictos requisitos de seguridad alimentaria de Nueva Zelanda y es igualmente seguro que los productos importados que hay en las tiendas", indicó.

Gallacher inistió en que la posibilidad de que alguien pueda contaminar la leche infantil y otras fórmulas durante la fabricación es "extremadamente baja" y subrayó que el modelo de seguridad alimentaria de Nueva Zelanda es uno de los mejores del mundo.

"En cualquier caso, animamos a la gente a estar vigilantes en la compra de formulas infantiles y otras fórmulas. Nuestro consejo es comprobar que los envases no muestren signos de haber sido manipulados”, indicó Gallacher.

Esta amenaza criminal está diseñado para causar miedo con el fin de generar daño político. Se está utilizando la comida como un vehículo, pero no debe socavar la confianza en nuestro sistema de seguridad alimentaria de clase mundial o en cualquier otro fabricante, dijo.

La industria láctea es mayor motor económico de Nueva Zelanda, con lo que cualquier amenaza a su seguridad es tratada con la mayor urgencia, subrayó el reporte del diario neozelandés.