El secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor, dejó claro que la reforma educativa es tarea de perseverancia y de apertura y no de aislamiento e intolerancia; de acuerdos y disensos, no de espectacularidad. Al ofrecer su informe en la Biblioteca de México sobre los avances de la reforma educativa, dijo que esta es una tarea de “precisión, sin ruidos, de crítica dura y propositiva, de debate y antagonismo, pero no de aniquilamiento”. Dijo que el país tiene el quinto sistema educativo más grande del mundo, por ello el Programa Escuelas Dignas ha beneficiado a casi 10 mil 500 centros de enseñanza, ya que es inaceptable que los niños asistan a clases en planteles sin las condiciones físicas apropiadas. Emilio Chuayffet estuvo acompañado de personalidades, entre ellas el secretario de Comunicaciones y Transporte, Gerardo Ruiz Esparza; el rector de la UNAM, José Narro Robles; el director general del IPN, Enrique Fernández Fassnacht y la consejera presidente del INEE, Sylvia Schmelkes. El funcionario federal manifestó que la reforma educativa no puede ser vista como un acontecimiento que se consume en la fecha de promulgación de sus leyes, porque es un proceso permanente. “Es un movimiento continuo que intenta recuperar todas nuestras experiencias e insertarlas en la dinámica de la diversidad y modernidad, por lo que atiende viejos problemas y muchos otros nuevos que van surgiendo e intensifica el ritmo del cambio”, expuso. Con la presencia del dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Juan Díaz de la Torre, el encargado de la política educativa del país estableció que “empezamos atrás, a dejar un modelo para ahora acceder a otro, en consonancia con los nuevos tiempos”. “Lejos de ser una coyuntura, es un proyecto de largo aliento, pero también es un ejercicio que no olvida lo que somos y de dónde venimos, lo que resulta indispensable para saber a dónde vamos”, enfatizó el funcionario. “Considero que no hay mejor manera de alcanzar las metas de la reforma que lograr un máximo consenso en torno a ella, solo es posible llevarla a cabo junto con los maestros de México”, afirmó. El titular de la SEP destacó que la crítica siempre será bienvenida, “pero cuidémonos de la ingenua aspiración a la inmediatez, de la falsa hipótesis de que todo cambio se consuma en un solo momento y de la nada objetiva asunción de que todos los problemas educativos son atribuibles a la misma causa”. Pidió asociarse a la reforma, “para que sea más robusta, pues como se ha escrito, la educación es un derecho habilitante, es decir, abre la puerta a todos los demás derechos”.