Las Fuerzas de Seguridad tunecinas lograron hoy asegurar el Museo del Bardo de Túnez, que fue asaltado por hombres armados, provocando la muerte de un total de 22 personas, 17 de ellos turistas extranjeros, informaron fuentes oficiales. El primer ministro tunecino Habib Essid informó el fin del asalto armado en declaraciones a la prensa, tras sostener una reunión de emergencia con su gabinete de seguridad para examinar la crisis y determinar las acciones a seguir después del ataque. Essid precisó que el ataque fue perpetrado poco después del mediodía por pistoleros armados con fusiles Kalashnikov y vestidos con uniformes militares, quienes tras intentar tomar el Parlamento, que se encuentra cerca, se enfrentaron con elementos de seguridad. Después de un tiroteo, agregó, tres de los atacantes huyeron y se refugiaron en el interior del museo, ubicado en la misma zona del Parlamento, tomando como rehenes a varios turistas que se encontraban al interior. El jefe de gobierno de Túnez aseguró que los asaltantes mataron a un total de 19 personas, 17 turistas extranjeros, un policía y un ciudadano tunecino, según un reporte de la cadena árabe Al Arabiya. Essadi destacó que entre los extranjeros fallecidos hay ciudadanos italianos, polacos, alemanes y españoles, aunque no dio más detalles. La agencia estatal de noticias TAP informó que los dos atacantes fueron abatidos por las fuerzas de seguridad tunecinas que ingresaron al museo para liberar a los rehenes, mientras que un oficial de la policía había perdido la vida en el asalto, que en total dejó 22 muertos. El reporte destacó que por ahora no está claro quienes fueron los asaltantes, aunque medios occidentales reportaron que un grupo ligado al extremista Estado Islámico (EI), que opera en Irak y Siria, se responsabilizó de la acción. El ataque del miércoles fue el primero que se registra en un sitio turístico de Túnez, que desde el levantamiento de la llamada Revolución de los Jazmines de 2011 ha estado sumergido en medio del caos y la violencia. El Museo Nacional del Bardo, construido dentro de un Palacio del siglo XVI, es el más grande de Túnez y alberga una de las mayores colecciones del mundo de mosaicos romanos, además de que cuenta con objetos de la prehistoria, la época fenicia y púnica, así como romana, cristiana e islámica.