Historias inéditas y desconocidas que suceden en el entorno de la Plaza de San Pedro del Vaticano son objeto de talentosos relatos en video, producidos por tres jóvenes productores italianos. El proyecto se llama Sovatican y ya cuenta con el apoyo de importantes medios de comunicación en Italia. “Sovatican es un proyecto artístico multimedia que cuenta, en forma laica y visualmente, la cotidianidad de uno de los lugares más famosos y visitados del mundo”, explicó a esta agencia Alessandro Galassi, uno de los responsables de la iniciativa. Agregó que el trabajo no se limita solamente a los videos realizados, sino que se extiende a fotografías que se publican en las redes sociales, a fin de involucrar al público. Los tres documentalistas nacieron en Roma y pasaron su infancia cerca del Vaticano, por eso sintieron como un paso lógico comenzar a retratar, según su particular punto de vista, uno de los lugares más apasionantes del mundo. Estos cineastas forman parte de una pequeña compañía de producción independiente, la Ballardian, en la cual también colaboran Andrea Cocchi y Paola Gallorini. Gracias a una filosofía de trabajo flexible, los tres realizadores se involucran en todo el proceso creativo: desde la idea hasta la producción, la filmación, el montaje y la comunicación en las redes sociales. “Nuestra aspiración es dar visibilidad global al proyecto”, apuntó Galassi. El primer documental cuenta la historia de los “urtisti”, como se le llama a los vendedores de recuerdos que trabajan en el entorno de la Plaza de San Pedro. La característica particular de este trabajo es que lo realizan, desde hace siglos, sólo personas de origen judío. “Nos parecía interesante tanto el aspecto histórico, porque el turismo de masa se puede contar también a través de sus objetos: los souvenires, sencillos, divertidos, pero también con gran valor simbólico para quienes los compran”, comentó Galassi. El segundo video muestra la celebración de San Antonio Abad, cuando criadores de diferentes partes de Italia llevan a sus animales hasta la Plaza de San Pedro para que reciban la bendición. Según Galassi, aunque es siempre la misma, la plaza se transforma conforme cambian las personas que la visitan, ya que muchas veces son profundamente distintas, ya sea por extracción social o por sensibilidad. “En un momento histórico en el cual el Vaticano atrae gran atención mediática y parece vivir un proceso de transformación, Sovatican no se ocupa de la agenda del Papa o del perfil estrictamente religioso y política del Vaticano”, explicó. “Quiere, más bien, contar la vida de esta magnífica plaza en sus detalles más originales, intentando convertir a este lugar extraordinario en una pequeña lupa con la cual describir el mundo contemporáneo”, concluyó.