Estados Unidos y Venezuela cruzaron hoy críticas en el seno de la OEA, en medio de la nueva crisis diplomática entre ambos países y el llamado generalizado de los miembros del organismo hemisférico a superarla cuanto antes. En una prolongada sesión del Consejo Permanente de la OEA, la canciller venezolana Delcy Rodríguez denunció como un anticipo de invasión, la orden ejecutiva dictada la semana pasada por el presidente Barack Obama declarando la situación interna de Venezuela como una amenaza a la seguridad de Estados Unidos. “La historia ha demostrado que la aplicación de estas leyes suelen preceder a las intervenciones militares y por eso hemos venido a esta organización a alertar”, dijo Rodríguez respecto al decreto anunciado por Obama el pasado 9 de marzo. Rodríguez, quién caracterizó su discurso como una “alerta”, aseguró que contrario a la insistencia de Washington de que las sanciones afectan sólo a siete funcionarios venezolanos, lo amplio de la ley bajo la cual se dictó la orden llevan a pensar que el trasfondo va más allá. “Estamos hablando con hechos históricos, no estamos elucubrando. Esa es la amenaza real que se cierne hoy sobre Venezuela”, insistió. En su turno, el representante estadunidense ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Michael J. Fitzpatrick, desestimó la acusación de Rodríguez y reiteró su disposición de entablar un diálogo con el gobierno del presidente Nicolás Maduro en un marco de respeto mutuo. “No estamos preparando una invasión militar, no estamos buscando desestabilizar o derrocar al gobierno de Maduro en un golpe de Estado”, aseveró Fitzpatrick durante la sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA. Rechazó además que la administración Obama lleve a cabo un complot a nivel internacional “para lesionar la economía o la gente de Venezuela”. “Nosotros somos el mayor socio comercial de Venezuela”, dijo el funcionario en alusión al lugar que guarda esa nación sudamericana como el tercer mayor abastecedor de petróleo de Estados Unidos. Aunque la posición de Venezuela fue compartida por algunos de los miembros de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), la mayoría de los países que hicieron uso de la palabra en la prolongada sesión coincidieron en su llamado a una pronta resolución del conflicto. Varios coincidieron en señalar que pese a la afirmación de la delegación estadunidense, el lenguaje de la orden ejecutiva de Obama fue en mucho la causa del avivamiento de las tensiones. “La orden tiene un lenguaje tradicional que ha venido siendo repetido a través de los años. Ese tipo de lenguaje no contribuye al entendimiento y puede dar margen a interpretaciones equivocadas”, señaló el representante interino de Brasil, Breno da Costa. Como otros embajadores, Da Costa dijo que su gobierno considera apremiante la resolución de este conflicto para evitar que el tema empañe la próxima reunión Cumbre de las Américas, que se llevará a a cabo el próximo mes en Panamá. “Para Brasil sería una pena desperdiciar la oportunidad que ofrece la cumbre si nos concentramos en el análisis de esta cuestión”, dijo. Esa posibilidad fue mencionada por el saliente secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien destacó la importancia de esta cumbre, en la que por primera vez estarán todos los jefes de gobierno y de Estado de la región. “Eso no había pasado nunca, eso es lo que tenemos que resguardar y ciertamente no resguardaremos eso con condenas, sino llamando al diálogo”, advirtió Insulza, quien coincidió en que la medida de Washington “provoca preocupación, porque es un paso más en una escalada”. El representante de Costa Rica ante la OEA, Pablo Barahona Kruger, llamó a los dos gobiernos a privilegiar el respeto y la prudencia y recuperar el diálogo bilateral, haciendo notar que “la dura situación que sufre Venezuela es anterior a esta decisión de Estados Unidos”. Barahona dijo además que en aras de contribuir a mejorar el clima interno de cara a las próximas elecciones legislativas de este año, Venezuela debería considerar el acompañamiento de una misión de observación electoral por parte de la OEA.