Centenares de feligreses y gente de la zona Centro se dieron cita para festejar a San José. Una fiesta que con fuegos artificiales, una verbena popular y la visita del cardenal Alberto Suárez Inda enmarcaron la conmemoración. Una de las zonas con mayor tradición, conmemoró y remembró al esposo de la Virgen María que acompañó y cuidó a Jesús e incluso le enseñó el oficio de carpintero, mismo que este día festejaron su celebración. Desde temprana hora y pese a haber sido acordonada la zona, miles de morelianos se dieron cita para participar en las rifas, juegos, verbena y festejo organizado por el presbítero de la parroquia, Faustino Aguilar Martínez, quien incluso repartió entre los habitantes de la zona una postal con motivo de la fiesta patronal. Cayendo la tarde fue colocada una kermesse donde los morelianos y vecinos del templo instalaron una vendimia de quesadillas, enchiladas, tacos, pambazos, pasteles, frutas, e incluso el típico registro civil donde tímidamente los jóvenes de la Preparatoria número “2” acudían con “carrilla” a contraer nupcias ante una joven con una túnica y un birrete les leía la “cartilla”. El templo fue acordonado por integrante de Protección Civil e incluso personal del Ayuntamiento capitalino vigilaban la zona, esto a raíz de los daños que sufrió la estructura del templo producto de la tormenta invernal que azotó el fin de semana pasado a la ciudad. Sin embargo, durante el día los miles de feligreses se acercaron poco a poco a dar gracias al Santo Patrono de los Carpinteros, las figuras del Señor San José acudían a las múltiples celebraciones que se realizaron a lo largo del día desde las 8:00 horas. Por la tarde y con la presencia del Súper Monarca, mascota oficial del Equipo de la Fuerza, se coronaron a los Reyes ganadores, menores que recaudaron fondos y vendían boletitos de a tres pesos para ser apoyados para dicho momento. Al filo de las 19:00 horas comenzó la misa solemne que encabezó el cardenal Alberto Suárez Inda, quien enfundado en su traje y báculo fue recibido por los centenares de feligreses que abarrotaron el templo y esperaban la celebración cúspide del festejo. Monseñor en la homilia hizo remembranza de las enseñanzas de San José como jefe de familia y hombre fiel y conminó a los feligreses a seguir su labor y replicarla a fin de tener una mejor convivencia y aceptar la voluntad del Señor. Manifestó que el santo patrono del lugar, fue un hombre justo, prudente servidor, jefe de familia quien veló por Jesús desde su nacimiento. Pidió a los presentes ser cautelosos, fieles y seguir las enseñanzas para poder servir al Señor desde cualquier labor. Pidió que así como San José sirvió al hijo unigénito de Dios Padre nacido de la Santísima Virgen María así también nosotros sepamos servirte en tu altar al Señor. De igual manera recordó que el Santo es el encargado de la Sagrada Familia, el Esposo y siervo del señor, actitud que los hombres deben predicar, así como aceptar la voluntad del Dios. Al término monseñor no cesó de repartir bendiciones y recibir las muestras de cariño de los feligreses, conminaba a participar de la Semana Santa con el mayor fervor y reflexionar sobre el actuar de cada quien dentro de la sociedad. Por la noche y tras la celebración eucarística, amenizó el término de la kermesse “Memo Villa y sus Teclados”, quienes interpretaron distintas melodías ante jóvenes, niños, adultos y ancianos que se divertían a los visitantes de la zona. Por último y para concluir las celebraciones del día a las 22:30 horas se tuvo una quema de pirotecnia y los fuegos artificiales iluminaron dicha zona de la ciudad. Los asistentes asombrados no dejaron de contemplar los destellos en el cielo. Es de señalar que de acuerdo a la catequesis San José se fundamenta en que este hombre “justo” fue escogido por Dios para ser el esposo de María Santísima y hacer las veces de padre de Jesús en la tierra. Durante los primeros siglos de la Iglesia la veneración se dirigía principalmente a los mártires. A su vez es modelo de padre y esposo, patrón de la Iglesia universal, de los trabajadores, de infinidad de comunidades religiosas y de la buena muerte.
La Voz de Michoacán
