Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco clamó hoy porque nadie sea excluido del derecho al agua, que calificó como “el elemento más esencial para la vida” y advirtió que de la capacidad de custodiarlo y compartirlo depende el futuro de la Humanidad. En su reflexión posterior al rezo del Ángelus dominical, recordó que este domingo se celebra la Jornada Mundial del Agua promovida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Asomado a la ventana de su estudio personal, en el Palacio Apostólico del Vaticano, el Papa habló en italiano y evocó el Cántico del Hermano Sol, de san Francisco de Asís: “Alabado sea, mi señor, por la hermana agua, la cual es muy útil y humilde y preciosa y casta”. Entonces animó a la comunidad internacional a vigilar para que las aguas del planeta estén “adecuadamente protegidas” y “ninguno sea excluido o discriminado” en el uso de este bien, que es el “bien común por excelencia”.