Notimex / La Voz de Michoacán Ciudad de México. La obra interdisciplinaria “Quemar las naves: El viaje de Emma”, a cargo de la compañía Organización Secreta, arrancará el 21 de septiembre su segunda temporada y lo hará en el Teatro El Galeón, del Centro Cultural del Bosque, para luego viajar a Estados Unidos, donde participará en el Encuentro de las Américas 2017. En entrevista telefónica, la dramaturga y también directora de la puesta en escena, Rocío Carrillo, comentó que se sienten muy honrados de haber sido seleccionados entre 90 trabajos para llegar a este encuentro en el que participan compañías de Latinoamérica, Estados Unidos y Canadá. "Nos honra muchísimo, vamos representando a México y estaremos del 29 de octubre al 19 de noviembre, que es lo que dura el festival”, periodo en el que realizaran siete funciones. El festival cuenta con características muy particulares, pues “implica un esfuerzo muy grande, mantener 22 días a todas las compañías participantes, no vamos solamente, damos nuestra función y nos regresamos, sino que realmente tenemos una temporada durante las tres semanas”. Eso dará la oportunidad a la compañía Organización Secreta de convivir con las otras compañías, asistir a todas las mesas de discusión y establecer intercambio. Al concluir el encuentro, acotó, los actores de todas las compañías van a participar en una puesta en escena basada en la improvisación. Sobre la historia con la que participan y que es la misma que tendrá nueva temporada en El Galeón, explicó que la historia se narra a partir de una interdisciplina que conjuga teatro, danza, música en vivo, videoarte y diseño sonoro, sin palabras, pero con elementos esenciales como la corporalidad, el gesto y las emociones. Los actores que intervienen, a partir de su trabajo vocal generan parte significativa del sonido que existe en la obra, fruto de un entrenamiento que tuvieron con la maestra Margie Bermejo. Además del Diseño de Sonido, a cargo de Betsy Pecanins (1954-2016), en una faceta poco conocida en el teatro. No es sólo musicalización, sino que tiene que ver con crear sonidos, atmósferas a partir de sonidos incidentales, “se conjuga lo que está grabado con lo que en vivo trabajan los actores”, abundó. Esta labor, dijo, implicó dos años de trabajo, en el primero se llevó a cabo una mesa de investigación, para después proceder con un trabajo de improvisación que generó y estructuró las escenas, en las que intervienen un total de siete actores y un músico.