El procurador de Marsella, Brice Robin, acusó hoy al copiloto del avión A320 de la aerolínea Germanwings de hacer descender “voluntariamente” el aparato hacia los Alpes franceses con la “voluntad de destruir el avión”. “La interpretación para nosotros investigadores es que el copiloto, por una abstención voluntaria, rechazó abrir la puerta de la cabina de pilotaje al comandante (que estaba fuera) y accionó el botón de pérdida de altitud” del aparato, declaró Robin en rueda de prensa. El procurador, quien este jueves recibió en Marsella a familiares y allegados de las víctimas para explicarles la marcha de la investigación, señaló que el copiloto tenía una respiración “humana y clásica” cuando accionó la palanca, que todo indica que no sufrió un malestar físico. “A priori respiraba normalmente, no parecía la respiración de alguien que está a punto de tener un ataque cardiaco”, subrayó. Robin señaló que sus conclusiones proceden de la escucha de los últimos 30 minutos de las conversaciones entre el piloto y copiloto de cabina que se encuentran transcritas. Indicó que el copiloto era alemán, de nombre Andreas Lubitsch, y señaló que no conoce su religión, ni origen étnico “pero no está en ninguna lista de terroristas”. Señaló que en este momento estudia la posibilidad de cambiar la investigación que realiza por “homicidio involuntario” a “homicidio voluntario” pero que no podría todavía calificarse como “atentado terorista” ni “suicidio”. El procurador explicó que ya pidió información “sobre el medio personal, profesional y familiar de ese piloto de nacionalidad alemana”. Explicó que el copiloto no respondió en ningún momento “ni una palabra” a las peticiones reiteradas del comandante del vuelo que se encontraba fuera de la cabina y que salió presuntamente del “cockpit” para “atender necesidades fisiológicas naturales”. También señaló que “justo antes del impacto” se escuchan gritos en la grabación recuperada de la caja negra del avión descubierta el martes, día del accidente. “Creo que las víctimas no se dieron cuenta hasta el último momento. Los gritos se oyen en los últimos momentos justo antes del impacto”, indicó Brice Robin. Reiteró que el copiloto “no tenía motivos” para no responder a la torre de control, ni al piloto, ni accionar una señal de alarma, como le fue solicitado. “La verdad que emerge hoy ya me parece una manifestación considerable de cara a hacerse la verdad”, insistió a los medios.