Bajo un calor asfixiante, acompañado de centenares de personas Jesús salió de la Iglesia de Nuestra Señora de La Paz para dirigirse a la Plaza principal de Indaparapeo. Son las 12:45 horas y visitantes de los distintos municipios de alrededor e incluso de otras entidades se encuentran expectantes al inicio de la Representación. De nombre Hugo Arreola el joven sale atado luego de haber sido arrestado la noche anterior y pasar sus últimas horas preso. Las gorras, sombreros, paraguas, y demás objetos son utilizados para cubrirse de las inclemencias del tiempo, que como es tradición azotan a la población. Las vendimias hacen su "agosto" en pleno abril y los eskimos, raspados y bolis no se dan abasto. Jesús fue llevado ante Poncio Pilatos, pero este ante la falta de un delito decidió mandarlo con el Rey Herodes, mismo que rodeado de adolescentes que danzaban se mofó del mesías a quien juzgó como un loco. Así El Salvador regresó a las manos del representante romano. Fue allí donde decenas de indaparapenses caracterizados como judíos gritaron "crucificalo". Pilatos se vio obligado a condenarlo a muerte y liberar a Barrabas, no sin antes lavarse las manos como señal de exclusión ante el suceso ocurrido. El joven fue azotado, los soldados los despojaron de sus ropas y le fue colocada una corona de espinas. Un Jesús sangrante, doloroso y con sufrimiento era observado por los habitantes quienes se sorprendían al ver a quien se dedica a trabajar en el campo.