El papa Francisco presidió el sábado la solemne Vigilia de Pascua en medio de crecientes preocupaciones en el Vaticano por el martirio de muchos cristianos cuyo fallecimiento ha dominado esta temporada pascual. El pontífice caminó en la oscuridad en una Basílica de San Pedro completamente silenciosa al comenzar la misa de la vigilia, que precede a la celebración del Domingo de Resurrección, en el que se conmemora la resurrección de Cristo luego de ser crucificado. En su homilía, Francisco dijo que el misterio de la Pascua obliga a los fieles a buscar una respuesta "a las interrogantes que desafían nuestra fe, nuestra fidelidad y nuestra existencia misma". Durante la ceremonia nocturna serían bautizadas 10 personas procedentes de Italia, Portugal, Albania, Kenia y Camboya. En la procesión del Vía Crucis el viernes en el Coliseo romano, Francisco criticó el "silencio cómplice" de la comunidad internacional ante las masacres de cristianos en muchas partes del mundo a manos de extremistas islámicos. La más reciente ocurrió en la universidad de Kenia, perpetrada por extremistas somalíes afiliados a Al Qaeda, en la que casi 150 personas murieron, muchas de ellas cristianas. Francisco ha expresado cada vez más su alarma por esos ataques, que han forzado a cristianos a abandonar comunidades en el Oriente Medio que han existido desde el tiempo de Jesús. Posiblemente el pontífice hará referencia a e