En lo que parece un cambio significativo en su política migratoria, el gobierno federal de Estados Unidos redujo la cifra de inmigrantes que tuvo detenidos en los primeros cinco meses del año fiscal 2015 respecto a los últimos siete años. En cifras difundidas este mes por la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), el número de inmigrantes detenidos diariamente en los centros de detención federal subió a 26 mil 347 personas en promedio en los primeros cinco meses del año fiscal 2015, que inició en octubre 2014. La cifra contrasta con los más de 33 mil inmigrantes que todos los días, en promedio, estuvieron detenidos en los centros federales durante 2014, y con los no menos de 30 mil inmigrantes diarios que desde 2007 estuvieron privados de su libertad, en promedio. El gobierno federal añadió desde 2007 una disposición en el presupuesto para que el sistema de detención mantuviera al menos 34 mil inmigrantes detenidos en promedio cada día, lo que varios grupos civiles han calificado como una “cuota” impuesta de manera arbitraria. Tal “cuota” aún se mantiene en el presupuesto federal, aunque las recientes cifras parecen apuntar a que la interpretación sobre su cumplimiento ha cambiado. La menor cifra de detenidos podría también sugerir que el número de personas deportadas de Estados Unidos podría disminuir este año. Hasta ahora, el gobierno del presidente Barack Obama ha sido el que mayor número de inmigrantes ha deportado del país en la historia de Estados Unidos, con un promedio cercano a las 400 mil deportaciones cada año, aunque desde finales de 2013 esa tasa comenzó a descender. Algunos grupos civiles celebraron la baja en el número de personas detenidas en los primeros cinco meses de 2015, aunque otros asentaron que la cifra de personas privadas de su libertad en espera de su proceso de deportación sigue siendo “alarmantemente alta”. Mary Small, directora de políticas del organismo Detention Watch Network, declaró a Notimex que la elevada cifra de personas detenidas en años anteriores se debía a la presión generada por el Congreso para que el gobierno federal cumpliera con una cuota arbitraria. “Incluso con esta baja, nuestro sistema de detención es aún enorme, en continua expansión, y sigue aún separando a cientos de miles de familias cada año”, aseguró Small.