Notimex/La Voz de Michoacán. En su recorrido de casi una hora desde la Macroplaza Cuitláhuac hasta el Cerro de la Estrella, el Cristo de Iztapalapa cayó siete veces en medio de una muchedumbre de soldados romanos de a pie y a caballo y público en general. La primera caída se registró en la calle Aztecas, entre Mariano Escobedo y Ayuntamiento, mientras que la segunda sucedió en Ayuntamiento, Allende y Cuauhtémoc, y la tercera en Cuauhtémoc esquina Lerdo. Posteriormente se escenificó la cuarta caída en las calles Cuauhtémoc e Hidalgo, la quinta en Hidalgo y Estrella, la sexta en Estrella casi Ermita Alta y la séptima en la calle Estrella, ya en las faldas del cerro, acorde con el programa de la 170 Representación de la Semana Santa en Iztapalapa. A las 16:40 horas Jesús de Nazaret, interpretado por Jesús Flores Domínguez, cruzó la Calzada Ermita Iztapalapa en medio de una valla de decenas de granaderos que acordonaban el lugar y tras ellos miles de visitantes que querían ver el paso del nazareno, para lo cual incluso adquirieron "telescopios" de cartón y espejo de 10 pesos. Mientras esperaban el paso rumbo al Cerro de la Estrella, convertido en el Monte Calvario, los asistentes a la 170 Representación de la Crucifixión de Jesucristo en Iztapalapa se refrescaron con paletas, aguas frescas, agua embotellada y refrescos. Familias enteras disfrutaron de la sombra de una nube que ocultó al Sol poco antes del ascenso de Jesús al Gólgota. Luego del paso de Jesús, atravesó Ermita Iztapalapa Poncio Pilatos, quien minutos antes los había condenado a morir en la cruz, seguido de Herodes, y junto con ellos decenas de soldados romanos. Aunque los asistentes se esforzaron en ver el paso de Cristo, sólo pudieron observar, en el mejor de los casos, uno de los brazos de la pesada cruz que llevaba a cuestas, por lo que su retirada del lugar fue de desilusión. Durante el ascenso de Jesús a la cruz el cielo se nubló, amenazó lluvia y un fuerte viento sacudió las copas de los árboles de los alrededores.