Luego de que la alcaldesa de Baltimore, Stephanie Rawlings-Blake, decretara un toque de queda durante una semana a partir de este martes desde las 22:00 horas, tiempo local, la policía local informó que muchos de los manifestantes que salieron a las calles tras el funeral de Freddie Gray, se rehúsan a abandonar las calles. Al dar inicio el toque de queda, la policía de Baltimore comenzó a alertar a la población con bocinas y altoparlantes que debían volver a sus hogares, pero un numeroso grupo de manifestantes permaneció en el cruce de la Avenida North y Pennsylvania, donde encendieron varias hogueras. Cientos de residentes de Baltimore salieron a las calles que fueron escenario de violentos disturbios e incendios la víspera, para celebrar la tensa calma en medio de una reforzada seguridad policial. Al menos cinco mil policías y mil 500 elementos de la Guardia Nacional aún resguardaban y patrullaban las calles como parte de la declaratoria de emergencia del gobernador de Maryland, Larry Hogan y del toque queda, a partir de esta noche, impuesto por la alcaldesa Stephanie Rawlings Blake. Al menos 237 personas fueron arrestadas a raíz de la jornada de disturbios, que dejaron un saldo de 20 policías heridos, uno de ellos de gravedad, además de autos, comercios y edificios saqueados o quemados. Hogan señaló que otros mil elementos adicionales de la Guardia Nacional podrían llegar esta misma noche a la ciudad, a fin de custodiar el toque de queda que estará en vigor a partir de este día durante una semana desde las 22:00 hasta las 05:00 horas locales. Cientos de voluntarios limpiaban los escombros en la zona aledaña a la derruida farmacia CVS que ayer se convirtió en símbolo de los saqueos y activistas locales hacían llamados a la calma, a expresarse pacíficamente o permanecer en sus casas.