Del escritor, periodista y crítico británico Daniel Defoe (1659-1731), ya está en México una atractiva y bien cuidada edición de “Robinson Crusoe”, un clásico de aventuras universal, que debe su transcripción al español a Carmen Cáceres y Andrés Barba. Las ilustraciones, maridaje perfecto, son del pintor italiano Tullio Pericoli. Publicado en los albores de este 2015 en 446 páginas y formato de 17 por 24 centímetros, “Robinson Crusoe” es la obra cumbre de Defoe y una de las más reconocidas novelas de aventuras de la literatura universal. Inspirado en las vivencias del escocés Alexander Selkirk y el español Pedro Serrano, Defoe creó el más famoso náufrago de la literatura. Publicada en 1719, la obra alcanzó el éxito gracias a la historia del naufragio y al exotismo que despertó en su momento, pero bajo el trasfondo de la inquietud que está en el hombre de explorar sus límites, y la fantasía de la utopía de vivir en completa libertad, ha perdurado hasta hoy erigida como una de las novelas de aventuras más fascinantes. En la trama, destaca la lucha de un hombre arrojado a una soledad sin respuestas, a un entorno hostil que debe dominar mediante la técnica y la fuerza de su voluntad para hacer “habitable” y “cómodo” un paraje en principio inhóspito, ha sido vista también como metáfora de la mente occidental y burguesa, del mundo de la técnica. La pregunta que subyace en el texto es ¿Qué nos hace humanos? ¿La naturaleza de la que provenimos o la técnica con la que intentamos controlarla en nuestro beneficio? Y toca al lector, de acuerdo con su formación, valores, educación, capacidad de análisis y nivel de comprensión y observación, responderla, cosa que sin duda agradaría a su autor. Daniel Defoe fue uno de los primeros cultivadores de la novela, género que popularizó en Inglaterra y le valió el título de “Padre” de todos los novelistas ingleses. Pionero de la prensa económica, entre sus obras destacan también “Memorias de un caballero”, “Vida, aventuras y piratería del célebre capitán Singleton” y “Fortunas y adversidades de la famosa Moll Flanders”. La edición viene con delicados y vívidos dibujos de uno de los ilustradores italianos más reconocidos, Tullio Pericoli (Colli del Tronto, 1936) pintor y dibujante, quien con sus elegantes y sutiles acuarelas, centradas en el náufrago y la isla, creó una grata relación paisaje-hombre, que pone en relieve la importancia del espacio, dando protagonismo a la naturaleza y haciendo de la isla el personaje principal de la novela.