La falta de empleo es el común denominador en la crisis económica que se percibe en el puerto: la falta de oportunidades para llevar recursos a la casa es la justificación para muchos de los problemas sociales que se viven, incluida la inseguridad, el creciente trabajo emergente o simplemente, “el no tener nada que hacer”. Lázaro Cárdenas, el considerado en su momento “cuarto polo de desarrollo industrial del país y ahora el principal puerto de América Latina, con una capacidad superior a los 30 millones de toneladas, con una industria siderúrgica que aporta al consumo nacional 4 millones de toneladas de acero comercial y otro tanto de acero para la transformación, tiene también sus cinturón es de miseria a los que sin embargo los programas sociales de la federación cubre la totalidad de ellos. Empleo y ventas, van de la mano, es decir, la falta de empleo y la falta de ventas, han sido los dos principales parámetros a los que el ciudadano común hace referencia, como es el caso de Luz del Carmen, alumna del Centro de Estudios Tecnológicos y de servicios, quien simplemente narra el círculo vicioso que hay en este enunciado: “No hay ventas, todo está caro, no alcanza el dinero, no hay empleo y al no haber empleo, no hay dinero” Alfredo Rico Badillo, quien es presidente de trabajadores de la costa, que contrario a lo que el nombre de la organización indica, está integrada mayoritariamente por desempleados que recurran a una organización para hacerse escuchar y demandar espacios de trabajo para los obreros locales. Para mayor información consulta la versión impresa.