Naciones Unidas, 7 May (Notimex).- El secretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio Chong, se pronunció hoy a favor de impulsar un debate social sobre la despenalización de la mariguana, que pueda conducir a la definición de nuevas políticas públicas en ese renglón. Tras participar en una sesión de alto nivel en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el fenómeno de las drogas, Osorio Chong afirmó que en México se han venido organizando ?diversos debates y que es momento de abrir la discusión al Congreso y la sociedad civil. Asentó que el gobierno federal no tiene una postura definida en torno a la despenalización de la mariguana, ya que hacerlo sería como “dar línea” al respecto, por lo que se atendrá a las decisiones que se tomen por consenso en las discusiones organizadas por legisladores y la sociedad civil. “Me parece muy bien que (la discusión) pueda ser desde el Congreso, pero para toda la sociedad, y que tenga consecuencias ese debate. Que se abra y que se definan políticas públicas. Nosotros estamos abiertos a los resolutivos de ese debate”, manifestó el funcionario. Explicó que una vez que el Congreso aprobó las reformas estructurales —prioridad en los primeros tres años del gobierno de Enrique Peña Nieto—, en la segunda mitad se podría impulsar con una nueva legislatura una discusión amplia para definir nuevas políticas públicas sobre drogas. Consideró que las conclusiones podrían atenuar “los efectos que tienen como resultado la violencia y el desplazamiento”, y que deberían tener como centro el respeto a los derechos humanos y el bienestar de los individuos. Pide ajustar estrategia contra las drogas Asimismo llamó a analizar en forma conjunta los ajustes que necesita la actual estrategia internacional contra las drogas. Dijo que es momento de hacer un esfuerzo adicional para adoptar una perspectiva integral y garantizar que las acciones también consideren el bienestar del individuo. Y resaltó que se debe asegurar una actuación decidida contra la delincuencia organizada, pero al mismo tiempo, deben atenderse las causas estructurales de la violencia y el crimen mediante estrategias de prevención que incluyan la participación de la sociedad.