“Se moría diario gente… entonces lo amortajaban y a todos en la cubierta del barco nos paraban; a los niños y a los grandes, a cantar y a rezar, y ese cuerpo amortajado lo aventaban al mar. Ese sonido que produce cuando algo cae al agua, lo tengo yo muy presente”, así inicia el emotivo documental De Polonia a Santa Rosa, de la codirectora y productora michoacana Berenice Sánchez Luna, y el codirector guanajuatense; Alejandro Hurtado de León, que se presentará en la Edición 68 del Festival de Cannes que inicia hoy miércoles 13 de mayo. En entrevista exclusiva para La Voz de Michoacán, ambos cuentan sobre los inicios del proyecto, el proceso de investigación, producción y difusión, anécdotas de equipo, sus próximos proyectos y cómo es que llegan a uno de los festivales más importantes del cine, que es el Cannes en su sección especial del Short Film Corner; área de mercado orientado a presentar, difundir y promover los nuevos proyectos, que se celebrará del 13 al 22 de mayo. “La idea del documental nace gracias al Festival de Cine de Guanajuato (GIFF) que tiene su convocatoria de Identidad y Pertenencia, y cada año busca historias que contar. En lo personal yo ya había escuchado de los emigrantes polacos que había aquí en León y me puse a investigar más, así surgió la idea del documental”, comenta Alejandro. El documental de diez minutos se llama De Polonia a Santa Rosa, actúan dos emigrantes polacas que son quienes cuentan sus historias, la señora Wallentina Grickuck y Franja Patler, ellas aún viven y residen en León, Guanajuato. Las locaciones que utilizaron para realizar el rodaje fueron Santa Rosa, Plan de Ayala; donde está el que era su refugio, sus casas en León y varias partes dentro y fuera de la ciudad. El codirector platica que fue al Archivo Histórico cuando hacia la investigación acerca de los emigrantes polacos para encontrar archivos y datos en particular, pero fue el director del lugar quien le proporcionó el número de una de las señoras polacas, la señora Wallentina, misma que hizo el contacto con su amiga Franja. Así inició la aventura en Santa Rosa. El tiempo del rodaje duró aproximadamente entre ocho meses, contando las etapas de pre pro y post producción, sin embargo la investigación fue lo más tardado y se terminó de rodar en julio del 2014. Cabe mencionar que el GIFF va dando talleres y asesorías a la par del proyecto. Berenice, remarca que lo más difícil del rodaje, fue hacer que las señoras tuvieran confianza en ellos para contar sus experiencias, porque fueron situaciones muy delicadas las que vivieron, sobre todo por parte de la señora Franja, es la mayor, ella vivió momentos duros en los campos de trabajo forzado. Los principales retos a los que se enfrentaron durante la documentación y rodaje, fueron en primera instancia encontrar las cifras exactas que en ocasiones no coincidían entre una fuente y otra; además se enfrentaron durante el rodaje a que las señoras les dieran un espacio, expresó Alejandro. Por su parte, la productora Sánchez Luna comenta que conseguir el material de fotografía que se usó en el documental fue lo que costó un poco más de trabajo, material mismo que se consiguió con la ayuda de la fundación de Anna Zarnecki y de la embajadora de Polonia, Beata Wojna en el D.F. “Personalmente puedo decir dos cosas, una sería, recordar, el hecho de su participación del país en la Segunda Guerra Mundial, no directamente con el conflicto Bélico, sino como apoyo, fue un país que estuvo ahí y abrió las puertas a otras naciones, una de las cualidades que tenemos como mexicanos. Y dos, un ejemplo de fortaleza muy grande, de querer salir adelante y recordar que estamos para ayudar”, expresó Berenice. “Me afectó personalmente y profesionalmente con la experiencia que vivimos, para mí fue muy significativo”. Alejandro señala que hablar sobre los emigrantes polacos residentes en León fue un tema que lo motivó para hacer el documental. Para más información sobre la entrevista, consulte la edición impresa de La Voz de Michoacán. A continuación el trailer del documental De Polonia a Santa Rosa.