El actor Eduardo Verástegui dice que lleva 13 años sin tener sexo. Tomando en cuenta que tiene 40 años entendemos entonces que la última vez que… fue cuando tenía 27. Se decidió por la abstinencia justo en la edad de la punzada. ¡Qué puntada! Sus declaraciones se han reproducido por todos los medios. Verástegui asegura que es un hombre de decisiones extremas y relata que desde chico tuvo ideas equivocadas sobre cómo debe comportarse un verdadero hombre, perspectiva que modificó tras una serie de pláticas con su profesora de inglés, quien le hizo ver que tenía que cambiar su manera de comportarse. "Yo crecí en un ambiente donde yo pensaba que el verdadero hombre era el Don Juan, el 'latin lover', el mujeriego, el 'playboy'... Y tú crees que para poder ser feliz tienes que convertirte en ese hombre", relata el actor, quien también aceptó que durante años hizo daño a muchas mujeres. Así, a los 28 años, aprendió a ver el sexo como un acto sagrado que debía preservarse para compartirlo con la persona amada. Él relata que a esa edad se dio cuenta que en ese momento de su vida él no era el tipo de hombre que le gustaría en un futuro para sus propias hijas. "Gracias a estas conversaciones comprendí que el sexo es sagrado, es un regalo de Dios, hay que cuidarlo, hay que preservarlo, para compartirlo con la persona más importante de tu vida, en mi caso, la madre de mis hijos". "A partir de ahí dije: 'Voy a serle fiel a esa persona que todavía no conozco. Y voy a hacer una promesa de castidad, una disciplina de abstinencia'". "Me estoy preparando para ser un buen marido y un buen padre, si esa es mi vocación. Yo no vivo pensando en el futuro, el futuro es incierto", dice. ¿Verdad o cuento? ¿Es de verdad posible la abstinencia sexual absoluta? Justo cuando estaba a punto de meter las manos al fuego para asegurar que ningún hombre puede renunciar al sexo así como así, por mucha fuerza de voluntad que se tenga (hasta los sueños traicionan), apareció un terapeuta sexual en red que me dio la sorpresiva, inesperada pero real respuesta: “Un hombre puede estar toda la vida sin tener relaciones sexuales y sin masturbarse y por supuesto sin que le duelan los testículos, ya que esto último sólo les pasa cuando tienen ganas y erecciones, y además no eyaculan. Hay muchas personas con bajos niveles de testosterona que no necesitan para nada el sexo”. Pero por supuesto que en el caso de Eduardo Verástegui no estamos hablando de una baja de testosterona, sino de reprimirse las ganas. No son pocos los que especulan sobre las preferencias sexuales que Verástegui habría de reprimir estrictamente debido a la religión. Al considerar su homosexualidad un pecado, se la prohíbe al punto de ofrecer su abstinencia sexual como sacrificio. La cuestión aquí es que ni siquiera importan sus preferencias sexuales. La abstinencia es la abstinencia. Lo que es un hecho, es que Verástegui admitió ser una persona "muy débil", y dice que para él es muy importante tener una disciplina espiritual para así lograr mantener su estilo de vida. "Si me quitas mi disciplina espiritual, si me quitas a Dios del centro de mi vida, yo me colapso en dos minutos, no puedo. Vivo en un ambiente lleno de tentaciones. La capital de las tentaciones es nuestra carrera... Si no voy al gimnasio del alma para desarrollar una vida virtuosa, no puedo, es imposible", relata. Sus declaraciones se asemejan mucho a las de Yuri, o otra “cachonda reprimida” según confiesa ella misma. Durante su pasado concierto en Morelia, y a modo de broma, Yuri dijo de si misma: “Es caliente la muchacha… y es difícil cuando una es calenturienta; pero Dios está a mi lado poniéndome hielos”. Cachondos querendones Y aunque ya sabemos que sí se puede vivir sin sexo, que sí se puede estar en abstinencia (aunque es difícil mantenerse así), la realidad es que el cambio tampoco puede ser tan drástico, de un día para otro, pues puede generar severos problemas. No está de más recordar lo que seguramente la mayoría sabe: que la actividad sexual es uno de los mejores ejercicios cardiovasculares que se puede practicar para el bienestar de la salud. Además, esta actividad es un excelente generador inmunoglobulina A (IgA); la frecuencia sexual, eleva hasta 30% los niveles de este anticuerpo hallados en saliva y mucosas corporales, mismo que protege contra resfriados y otras infecciones. Para los hombres, dejar de tener relaciones sexuales es un factor de riesgo para desarrollar cáncer de próstata. A todo esto hay que agregarle que hay áreas concretas en el cerebro que intervienen en el comportamiento sexual provocando la sensación de bienestar por todas las hormonas segregadas. Con el sexo se libera dopamina un neurotransmisor con el cual se mejora la atención, controla los impulsos, la motivación y recompensa la prolactina considerada como la hormona de la saciedad y la responsable de la secreción de leche. La oxitocina, llamada hormona del amor, se encarga de fortalecer los lazos afectivos románticos y sociales; influyen en el humor, excitación y en la percepción de la pareja. Los sexólogos recomiendan que, si es tu caso y vives en abstinencia, ya sea por decisión propia o porque no has encontrado a la persona indicada: el ejercicio, bailar, cantar, leer o apasionarte por alguna otra actividad también te ayudarán a segregar estas sustancias de forma natural.