Chronic, la película del cineasta mexicano Michel Franco en la Selección Oficial del Festival de Cannes, fue presentada ayer en el Grand Théâtre Lumière. Luego de una impactante alfombra roja con el director y el elenco de la película (Tim Roth, Sarah Sutherland, Robin Bartlett y la actriz mexicana Nailea Norvind), el delegado general de Cannes, Thierry Frémaux, les dio la bienvenida para entrar al teatro y dar comienzo a la función. En la proyección estuvieron presentes Gabriel Ripstein, Moises Zonana, Victoria Franco, Jean-Christophe Berjon, Alejandro Ramírez Magaña, presidente del FICM y Daniela Michel, directora general del FICM. A continuación lo mejor de la entrevista con Michel Franco, desde Cannes y en exclusiva para el FICM. ¿Cómo fue la experiencia de filmar en inglés por primera vez? ¿Qué fue lo que lo llevó a filmar a otro país? Estados Unidos me es muy familiar, he viajado mucho desde niño. No me representa un reto como el que me va a representar el día que filme en otro país. Estados Unidos se siente cerca en muchos sentidos, y todo tenía que ver con acomodar el proyecto para que Tim Roth fuera el protagonista entonces ni siquiera lo cuestionaba, lo di por hecho. Nunca hubo la ambición de hacer una película que de algún modo encajara más con Estados Unidos, con la industria, o con perseguir una carrera ahí, eso no me ha pasado por la cabeza, simplemente fue por trabajar con Tim. ¿Cómo fue tu experiencia en la elaboración del guión de Chronic? Trabajé mucho con Tim. Como estaba escribiendo para él, le mandé el primer tratamiento con muchos nervios porque después de un año de trabajo tenía la incertidumbre de cómo iba a reaccionar, porque todavía no éramos tan amigos. Ahora ya hay confianza, más allá de si somos muy cuates o no, antes tenía la incertidumbre de cómo funciona con un actor de Hollywood; trabajas un año y si no le gusta el guión entonces es un año tirado a la basura, pero es una apuesta que hice. Yo estaba dispuesto a espera un par de semanas la respuesta de Tim después de leer el guión, normalmente es lo que le toma a un actor leer un guión, y me habló a las dos horas diciéndome que le encantaba. Fue una colaboración muy cercana, sí modifiqué muchas cosas, no por peticiones de él, porque desde el guión él entendió mejor que yo incluso qué película quería hacer y entonces aportó mucho. El guión lo escribí en español y luego Gabriel Ripstein que es productor lo traducía y adaptaba y discutíamos ideas, ahí también se enriqueció mucho el guión. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con Tim Roth? Hicimos dos películas juntos el año pasado, la de Gabriel [Ripstein] y la mía, y el cliché es decir que ya nos volvimos cuates pero en este caso – hacer dos películas en menos de seis meses con el mismo actor, que dos años antes te dio el premio – nos hemos vuelto íntimos y nuestras sensibilidades son muy compatibles. Obviamente lo digo con respeto porque él tiene mucha más experiencia que yo y más años y ha trabajado con Haneke, Tarantino, Mike Leigh, una lista de directores impresionante, pero admira mucho mi cine y yo lo admiro mucho como actor, entonces es muy buena colaboración. Esta es la tercera vez que participas en Cannes y la primera vez que muestras una película en la competencia principal, ¿cómo han sido estas experiencias? Hasta ahora, y no ha pasado la película así que es pronto para hablar de la experiencia, esta es la mejor por mucho. La primera fue horrible porque yo no sabía a qué venía y aunque la experiencia fue buena en lo profesional, en la parte personal me costó trabajo. Ópera prima en la Quincena [de Realizadores], que es algo muy importante, yo no entendía nada, me puse muy ansioso, no fue fácil la primera. La segunda fue increíble porque ganamos, pero yo venía con muchas ganas de mostrar la película, con la tarea de promoverla lo más posible, de tener un póster increíble, de tener las más citas posibles y de que cada territorio se vendiera. Y ahora, la combinación de que es Tim Roth, de estar en competencia, de que Wild Bunch está detrás, vengo mucho más relajado, se que la película va a tener atención, ya el nervio más bien tiene que ver con que guste, pero como eso no lo puedo controlar en ningún porcentaje, prefiero celebrar y dejar que pase lo que tenga que pasar. Has participado en muchas ocasiones en el FICM, ¿cómo han sido tus experiencias en el festival de Morelia? Me acuerdo muy bien que cuando presenté ahí A los ojos (2013) estaba muy nervioso – pensé que no iba a estar nervioso en un festival que ya es familiar, en mi país, con muchos amigos y demás – y el día de la proyección estaba súper nervioso porque al final la primera vez que estás presentando una película no cambia por ser otro país u otro festival. Cuando he presentado ahí películas no por primera vez, como fue el caso de Daniel y Ana (2009), es más tranquilo porque ya había pasado por Cannes y eso se puede disfrutar más, porque es un festival en el que me siento muy cómodo, al que voy a ver películas – a diferencia de Cannes – ahí no voy a trabajar, voy a disfrutar del cine, de las fiestas, a reencontrar amigos, entonces es mucho más sencillo que esto y se disfruta diferente. Esto es un reto y Morelia es puro placer. Para conocer la entrevista completa que se le hizo a Michel Franco en exclusiva para el FICM, entra al siguiente link http://moreliafilmfest.com/entrevista-a-michel-franco-desde-cannes/