La censura encuentra nuevas formas de manifestarse en México. Además de ser justificada de manera institucional por ‘las buenas costumbres’ y ‘el orden social’, al involucrar financiamiento privado se suman a la lista de motivos los intereses económicos de las empresas. Es decir, ya no es un grupo de personas que se preocupan por el bien común la que evita determinada expresión, sino una corporación que busca proteger sus ventas. “Regulaciones y desregulaciones: hacia una lectura de la censura en el arte mexicano contemporáneo” es el nombre la conferencia magistral que impartió Daniel Montero Fayad (Instituto de Investigaciones Estéticas UNAM), en el marco del arranque de la cuarta edición de Acrónimo, Simposio Nacional Universitario de Problemas Actuales del Arte, se llevó a cabo la mañana del miércoles en el Centro Cultural Universitario (CCU) Francisco I. Madero poniente 350, Centro Histórico. Un ejemplo claro fue la cancelación de la exposición del austriaco Hermann Nitsch (1938) en el Museo Jumex, una exhibición programada desde dos años atrás y que abruptamente fue cancelada sin explicaciones, un mes antes de su apertura, programada para el 26 de febrero de este año, y ya con 40 cuadros que formarían parte de la retrospectiva en el recinto ubicado en Polanco, una zona privilegiada en la ciudad de México, donde hubiera causado una mala imagen tener disturbios y, por lo tanto, una baja en sus ventas. La presión comenzó por parte de activistas de los derechos de los animales, que reunieron más de 5 mil firmas a través de internet, debido a que en el trabajo del artista con más de 50 años de trayectoria, se ven rituales con cuerpos de animales y cuerpos humanos bañados en sangre. Posteriormente, a causa de la insistencia de los medios de comunicación, la fundación se justificó con que el museo era sensible a las necesidades de la sociedad mexicana, que atravesaba una complicada situación social y que el trabajo era muy real. Pese a la cancelación de la exposición, Nitsch realizó una visita a México y estuvo en un espacio público sin complicaciones. Para más información, consulte la edición impresa de La Voz de Michoacán.