El periodista maya Pedro Canché indicó que salir de la cárcel del municipio de Felipe Carrillo Puerto, luego de que un Tribunal reconociera su inocencia, representa un triunfo para la libertad de expresión, el cual ofrenda en honor a las centenas de comunicadores muertos en México por ejercer el periodismo. "Brindo esto a los periodistas muertos por ejercer el periodismo libre; esos muertos que no tuvieron la oportunidad que yo, de contar con una abogada, con una organización que difundió mi caso. Esos periodistas que no tuvieron cómo defenderse", expresó. Entrevistado vía telefónica la madrugada de este viernes, a minutos de salir de la prisión del municipio maya, Canché Herrera dijo que si bien se siente contento al haberse demostrado su inocencia, ve con preocupación que Quintana Roo vive un momento de oscurantismo, una suerte de Edad Media en materia de Libertad de Expresión, modelo que se replica en México. "En Quintana Roo reina la dictadura. Es un estado en donde no existe la democracia, no existe libertad de expresión. Estamos en un estado oscurantista y en el país está ocurriendo lo mismo; eso está generando una descomposición social", afirmó. Canché ve en su reclusión, un acto injusto, pero también un "break" de nueve meses para que el gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, acepte debatir con él sobre los rezagos de las comunidades mayas en Felipe Carrillo, reto que le lanzó en un video difundido en YouTube, días antes de su detención en agosto de 2014, bajo cargos falsos, como el de sabotaje. "Esto fue un ‘break’ de nueve meses para que Roberto Borge acepte debatir conmigo. En cualquier estado democrático, hubiera aceptado debatir, pero en Quintana Roo me mandó a encarcelar", dijo el comunicador, quien añadió que sostiene el reto al mandatario estatal. A las 11 horas de ayer jueves, en audiencia constitucional y pública, el Segundo Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito resolvió la libertad inmediata de Canché Herrera, luego de otorgarle un amparo -liso y llano- en el que se reconoce su inocencia del cargo de sabotaje, del cual lo acusaba falsamente la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA).