A más de dos meses del desprendimiento de una de las cornisas de la torre sur en el Templo de San José, el Ayuntamiento de Morelia aún no ha pasado la anuencia de la delegación en Michoacán del INAH para comenzar con los trabajos de restauración del inmueble, el cual presenta diversas anomalías, tales como material de mala calidad y perforaciones en la estructura sin el debido cuidado, refirió Ricardo González Garrido, perito en monumentos históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Según González Garrido, el Ayuntamiento capitalino presentó un proyecto de restauración para el inmueble durante el mes de mayo, pero la información contenida en el mismo, contenía acciones ya realizadas con antelación al edificio, “la presidencia municipal nos trajo un proyecto con información no adecuada para un proyecto de tal índole, además de contener información de acciones que ya se habían autorizado, era un proyecto presentado hace 3 años, entonces se lo regresamos”, informó. El perito en Monumentos Históricos INAH destacó que el proyecto contenía muchos conceptos repetidos de lo que ya se había avalado con anterioridad, “en su proyecto lo primordial era la cúpula y no la restauración de las torres, vimos que no procedía por falta de información y ejecución, se les regresó en mayo y me lo acaban de entregar el día de hoy (ayer)”, puntualizó. El proyecto no especificaba las acciones a realizar, no decía como hacerlo; por ende requirieron de asesoría del INAH para su redacción. Otra arista manifestada por Ricardo González que tiene injerencia en el descuido del inmueble, es la desatención a las instrucciones emitidas por el INAH por parte del párroco encargado de la parroquia de San José, “se les entregó al Ayuntamiento y a la parroquia un documento donde se les daba la instrucción de no detonar cohetes en el festejo y evitar que se hiciera el evento en la parte frontal del inmueble, y se hizo caso omiso”, detalló, refiriéndose a la celebración llevada a cabo en marzo para celebrar al santo. Y es que el inmueble representa un riesgo, ya que la cantera con la que se edificó la torre sur es de muy baja calidad, además de que en el devenir del inmueble se han colocado objetos colgantes sin las técnicas adecuadas, “no se puede saber si en este momento se va a desprender o va a tardar dos años, por las fotografías tomadas, hay piezas que se ven fracturadas, el día que eso se venga, esperamos que no le pegue a una persona, una piedra a esa altura, puede matar a alguien”, advirtió. Para más información, consulte la edición impresa de La Voz de Michoacán.