El secretario del Trabajo y Previsión Social de México, Alfonso Navarrete Prida, destacó que en su país se ha logrado que 500 mil niños dejen el yugo del trabajo infantil y se integren a la escuela. En poco más de dos años se ha logrado disminuir en 500 mil el número de niños en condición de trabajo infantil, dijo Navarrete Prida en un panel de alto nivel organizado en el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil. Especialmente, desde que inició la administración del presidente Enrique Peña Nieto, la mayoría de estos 500 mil niños no laboran en regiones agrícolas Al hablar del caso de México, Navarrete Prida hizo referencia a la importancia que ha tenido la reforma laboral y educativa. Asimismo, la importancia de haber firmado el convenio 138 de la OIT sobre la edad mínima de admisión al empleo. Señaló que esas reformas en su conjunto, junto con otras medidas, permitirán un crecimiento sostenible en el país y prepara el terreno para seguir trabajando en favor de dos millones 500 mil niños que todavía son víctimas de este flagelo. En el panel también participaron el ganador del Premio Nobel de la Paz, Kailash Satyarthi, y la primera dama de Panamá, Lorena Castillo de Varela, quienes intercambiaron puntos de vista y lecciones aprendidas ante delegados que se dan cita en la 104 Conferencia Internacional del Trabajo. Por otra parte, con respecto a la situación en América Latina, Navarrete Prida señaló que el trabajo infantil como problema social es multifactorial y que debe abordarse con respuestas a su vez multifactoriales. Sostuvo que si se tiene como objetivo buscar en qué regiones de América Latina está presente el trabajo infantil y si se va a buscar a las zonas con mayores carencias sociales “ahí nos encontraremos el rostro de la niñez”. Subrayó la importancia de aceptar que como problema social el trabajo infantil es multifactorial y habrá que abordarlo con respuestas también multifactoriales hay y con políticas públicas acordes. Navarrete Prida reiteró la importancia de implementar medidas estructurales para atacar este flagelo, especialmente con educación de calidad para los niños. Explicó que la proporción de las ganancias que puede llevar un niño a su casa fruto de su trabajo “no resuelve el problema económico de la familia” pero si interrumpe su vida y su esperanza en un futuro más próspero.