Si existiera un concurso internacional sobre el material de mayor resistencia a condiciones físicas, químicas y mecánicas, México sería el ganador, aseguró el escultor mexicano Carlos Fernández García, quien inventó una tecnología de vanguardia ideal para construir, modelar, reparar e impermeabilizar. Fernández García comentó que necesitaba un producto modelable que le permitiera hacer escultura monumental, que al endurecerse tuviera una alta resistencia mecánica, no se agrietara y que los daños del ambiente no lo deteriorara tan rápido, pero como no existía, decidió desarrollar la tecnología Masaroca. Este material consiste en un microconcreto estructural orientado a la innovación, el cual se desarrolló durante más de dos décadas y permite la reparación o construcción de elementos sin cimbra o molde. Aunque su impulso original fue el ámbito de la escultura, las áreas de ingeniería y arquitectura lo encontraron de gran utilidad. “Es como tener el poder de modelar un granito o una piedra sin cincelar o cortar, sino modelándolo como se hace con el barro o la plastilina”, detalló en una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). El escultor mexicano añadió que los materiales para modelar, como yeso, cera, mastique, plastilina y barro son débiles y de resistencias muy pobres; en cambio la Masaroca posee una extraordinaria plasticidad, producto de la modificación reológica. La reología es la parte de la física que estudia la relación entre la fuerza y deformación de materiales capaces de fluir, arroja ecuaciones constitutivas de carácter tensorial para modelar el comportamiento de materiales. Gracias a un fondo para emprendedores mexicanos otorgado por el Conacyt, Fernández García logró obtener apoyo para impulsar su creación, así como las pruebas necesarias para demostrar la alta resistencia y calidad de su tecnología. Masaroca reúne más resistencias físicas, químicas y mecánicas que ningún otro material en el mundo de la construcción, que son los más fuertes y están hechos a base de cemento o resinas. Dicho material resiste la permeabilidad, el fuego y, en general, cualquiera de las inclemencias atmosféricas e incluso los sismos. “Por ejemplo hay grouts epóxicos, es decir, con una resistencia muy alta a la compresión, 800 kilos, solo que en el momento en el que se les acerca un soplete ya no tienen resistencia. “Masaroca tiene productos con resistencia de 740 kilos a la compresión y ocho horas al fuego a 700 grados centígrados, además de nula migración de sales”, detalló el también dos veces candidato al Premio Nacional de Ciencias y Artes (2000 y 2002). De la tecnología Masaroca derivan nueve productos: resanador multiusos e impermeable; impermeabilizante para concreto endurecido; impermeabilizante pétreo para concreto fresco; microconcreto para ferrocemento. Así como cemento para modelar; Pegablock para unir y recubrir; rescate estructural sin cimbra; Masaroca express; así como base impermeable y resistente para recubrimientos. El especialista detalló que el costo y ahorro al emplear este material mexicano se da por metro cuadrado terminado, más no por la compra de kilogramos.