Carlos, que la víspera se había degradado a tormenta tropical, nuevamente recobró fuerza y evolucionó a huracán de categoría I en la escala de Saffir-Simpson, cerca de las costas de Michoacán y Colima. En su cuenta de Twitter, la Conagua detalló que a partir de las 13:00 horas el meteoro nuevamente presenta vientos de 120 kilómetros por hora y rachas de 140 kilómetros por hora, de acuerdo con los datos arrojados por el cazahuracanes. El fenómeno se localiza a 140 kilómetros al suroeste de Lázaro Cárdenas, Michoacán, y a 280 km al sureste de Manzanillo, con movimiento al oeste-noroeste a nueve kilómetros por hora (km/h), precisó en su reporte más reciente. La Conagua advirtió que debido a los desprendimientos nubosos que se generan por el huracán categoría I, existe un importante potencial de lluvias intensas, tormentas eléctricas, granizadas y vientos fuertes para Michoacán. También originará precipitaciones muy fuertes en la costa y occidente de Guerrero y en costas de Jalisco y Colima; y lluvias fuertes en el sur de Nayarit. De igual manera, se espera que el huracán Carlos provoque oleaje desde 2.5 hasta 4.5 metros en las costas de Michoacán, Guerrero, Jalisco y Colima. Por ello, la zona de prevención por los efectos del meteoro va desde Punta San Telmo, Michoacán, hasta Playa Pérula, Jalisco; la de vigilancia por efectos de tormenta tropical de Punta San Telmo a Lázaro Cárdenas, ambas regiones en Michoacán. De acuerdo con la trayectoria pronóstico elaborado por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), Carlos podría continuar desplazándose de forma paralela a las costas del Pacífico mexicano aunque ya como tormenta tropical. Se prevé que el sistema comience a perder fuerza de manera significativa a partir de este martes a partir de las 19:00 horas, hasta llegar a depresión tropical los siguientes dos días. Por otro lado, la baja presión sobre aguas del Golfo de México tiene 90 por ciento de potencial de desarrollo ciclónico en el pronóstico a 48 horas, detalló el SMN en un comunicado.