Los poltergeist no son tan inofensivos como los fantasmas comunes. Los poltergeist son más violentos, ruidosos, agresivos y fuertes. Son espíritus, entidades o energía que pueden estar asociada a una persona muerta, o que también pueden ser producto del estrés o tensión emocional que se manifiesta como telequinesis inconsciente. El legendario cineasta Sam Raimi (creador de éxitos como “El despertar del diablo” o “La maldición” ) y director Gil Kenan (“Monster House”) traen al cine la nueva “Poltergeist, juegos diabólicos“, un remake del clásico de 1982 dirigido por Tobe Hooper. Mañana es el gran estreno. En una época donde vivimos rodeados de tecnología, vaya que da miedo imaginar que uno o varios entes malignos puedan manifestarse en cualquier aparato electrónico, como le sucede a los integrantes de la familia protagonista del filme, quienes tras mudarse a una nueva casa, comienzan a percibir todo tipo de manifestaciones paranormales. Hacia donde voltees, tu casa puede ser un portal de múltiples entradas para espíritus malignos a través de la tecnología, y con eso, no hacen faltan zombies descarnados para hundirnos en el más angustiante miedo. No es una película de “apariciones” por lo que si usted espera sustos desmedidos se decepcionará. La película no es tan terrorífica sino más bien fascinante como obra de ciencia ficción (tal como la original), aunque muchos han criticado esta nueva versión por sus fallas en la ambientación. La de 1982 sí se desarrolla en un ambiente más tétrico pero ahora no, ahora todo parece normal, la familia vive feliz, en una casa llena de luz, y nadie presta atención a las manifestaciones paranormales… hasta que desaparece la más pequeña de la familia. Si bien se nota mucho la diferencia de la película de los 80 que tenía un trabajo artesanal, con una ambientación única en lo que respecta a la fotografía, decorado y juego de luces y sombras, quizá tiene que ver con la actualización del planteamiento, para mostrar que hoy en día, no es necesaria una casa vieja o lúgubre para dar cabida al mal. Para más información, consulte la edición impresa del día de mañana en La Voz de Michoacán.