El gobierno griego decidió que el lunes permanecerán cerrados los bancos y la bolsa de Valores para evitar el colapso financiero tras la ruptura de negociaciones con los acreedores, que rechazaron la petición de Atenas de prorrogar el programa de rescate. La medida fue adoptada durante la reunión del Consejo para la estabilidad financiera, según anunció por la tarde de este domingo el director del Banco del Pireo, Anthimo Tomopoulos. Previamente el Banco Central Europeo (BCE) congeló la liquidez de emergencia a disponibilidad de los institutos de crédito helénicos, que el viernes fue establecido en 89 mil millones de euros. Ese nivel no permitía a los bancos y cajeros automáticos garantizar el efectivo luego de que miles de griegos corrieron a retirar sus ahorros. Según fuentes periodísticas, sólo el sábado fueron retirados 700 millones de euros en efectivo de los bancos. El ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, declaró a la BBC radio que “la unión monetaria debe hacer todo lo necesario para que los depósitos bancarios sean accesibles a los ciudadanos y al mismo tiempo permitir a los electores de expresar su opinión sobre cambios fundamentales en las políticas económicas”. Varoufakis se refería al anuncio del primer ministro helénico, Alexis Tsipras, de someter a un referéndum, a realizarse el 5 de julio, la propuesta de las instituciones (Banco Central Europeo, Unión Europea y Fondo Monetario Internacional). La decisión de Tsipras dinamitó las difíciles negociaciones en Bruselas entre Atenas y el Eurogrupo (que reúne a los ministros de Economía y Finanzas de la UE) y abrió la puerta a la posibilidad del “default” de Grecia. Varoufakis también dijo a la BBC que el gobierno analizaba imponer el control de capitales, mientras se esperaba para esta tarde un anuncio oficial de Atenas.