El intento de compra de un ex convento de Los Angeles por parte de la cantante Katy Perry se encuentra en medio de una disputa legal, informó hoy aquí Los Angeles Times. De acuerdo con la página electrónica del diario, el arzobispo de Los Angeles, José Gómez y un grupo de monjas, se encuentran enfrascados en quién es el propietario de los bienes. Al menos dos de las últimos cinco hermanas que viven en el convento del Inmaculado Corazón insisten en que la propiedad es de ellas y sólo ellas pueden venderlo. Así lo hicieron hace dos semanas, por unos 15 millones 500 mil dólares, al venderlo a la dueña de un restaurante discoteca Dana Hollister, antes de que la arquidiócesis pudiera completar un acuerdo con Katy Perry. Hollister, quien ya vive ahí, dijo que puede o no tratar de convertir la propiedad en un hotel boutique, como se ha rumorado. La diócesis, por su parte, ha advertido que sólo Gómez puede vender la propiedad, quien para ello está completando la documentación sobre la venta a Perry, quien a su vez accedió a pagar en efectivo 14 millones 500 mil dólares. De acuerdo con los informes, Perry se interesó por la propiedad desde hace tres años cuando determinó que este sería su hogar. En un esfuerzo para ganar su favor, Perry se reunió con las hermanas a principios de este año y les cantó "Oh Happy Day" de la película "Sister Act 2", protagonizada por Whoopi Goldberg. La arquidiócesis decidió hace varios años desprenderse de numerosos inmuebles que poseía en Los Angeles para pagar la demanda de víctimas de acoso y abuso sexual de padres pederastas. Más de 50 hermanas solían vivir en el convento, ahora sólo un puñado permanecen ahí después de que la arquidiócesis las reubicó en otros lugares. Los padres de Perry todavía tienen un ministerio en el sur de California y ella creció cantando música espiritual gospel. La arquidiócesis se ha negado a dar marcha atrás y obtuvo una orden judicial que permitía a Perry visitar la propiedad con un arquitecto, según el Times. "Ya hemos entrado y aceptado el ofrecimiento de la señora Perry", dijo por su parte Mónica Valencia, de la Arquidiócesis de Los Ángeles.