A 185 años de su nacimiento, que se cumplirán este viernes, el pintor francés Camille Pissarro, uno de los precursores del Impresionismo, se mantiene vigente en exposiciones como la denominada “Impresionistas. Ruptura y vanguardia del siglo XIX. Obra gráfica”, que se exhibe en Valladolid, España. La muestra puede ser apreciada hasta el próximo domingo 12 de julio en la Sala de Exposiciones de la Iglesia de las Francesas, luego de haber sido expuesta en Chile, informó el portal de arte “La Acequia”. Se trata de 101 piezas de los más importantes representes del movimiento que cambió el significado del arte contemporáneo a finales del siglo XIX y se consolidó como una gran vanguardia para el siglo XX. Además de piezas de Pissarro se pueden apreciar producciones de maestros tan destacados como Camille Corot (1796-1875), Jean François Millet (1814-1875), Édouard Manet (1832-1883), Claude Monet (1840-1926), Auguste Renoir (1841-1919), Alfred Sisley (1839-1899), Edgar Degas (1834-1917), Paul Cézanne (1839-1906). También hay obra de Vincent van Gogh (1853-1890), Paul Gauguin (1848-1903), Toulouse Lautrec (1864-1901), Maurice Utrillo (1883-1955), Paul Signac (1863-1935), entre algunos otros. De acuerdo con el portal “arteespana.com”, Camille Pissarro nació el 10 de julio de 1830, en Santo Tomás, Islas Vírgenes, hijo de un próspero comerciante judío. A los 12 años viajó a París para realizar sus estudios y el ambiente de la ciudad despertó en él su interés por el arte. Cuando Pissarro regresó a Santo Tomás e informó a su padre que quería estudiar arte, éste le negó el permiso, por lo que el futuro artista tuvo que dedicarse al comercio en el negocio paterno mientras realizaba bocetos inspirados en la Isla. En 1852, fue a Caracas como ayudante del pintor dinamarqués Fritz Melbye (1826-1869) y allí pintó paisajes y escenas de costumbres, tres años después se trasladó finalmente a París, para estudiar en la Escuela de Bellas Artes, posteriormente estudió en la Academia Suiza y más tarde, con el paisajista francés Camille Corot. Conoció a Monet, Cézanne y Armand Guillaumin (1841-1927) y frecuentó el Café Guerbois, donde se reunían un gran número de artistas y escritores para discutir ideas. Pisarro viajó luego a Londres, donde coincidió con Monet, juntos hicieron estudios de edificios envueltos en nieblas. Cuando ambos regresaron a Francia se unieron con Manet, Renoir, Sisley y Guillaumin y decidieron formar un grupo, a raíz de esto fue que nació el impresionismo. Hasta esa época, sus obras se asociaron a la Escuela de Barbizon. Influido por Corot y Courbet, pintó con una gama sobria de verdes y grises, pero, poco a poco, su paleta fue adquiriendo mayor luminosidad. Durante la Guerra Franco-prusiana (1870-1871), el artista se marchó a Inglaterra. A su vuelta a Francia, su casa había sido saqueada y parte de sus pinturas estaban destruidas, por lo que se mudó a una casa de alquiler en Pontoise, una comuna francesa situada en el departamento de Valle del Oise, en la región de Isla de Francia. De acuerdo con el portal “biografíasyvidas.com”, de este periodo en la isla francesa datan obras rústicas como “La siega en Montfoucault” (1876), “Los tejados rojos” (1877) y “Primavera en Pontoise” (1877). Gracias a una gran exposición de su obra organizada por el marchante Paul Durand-Ruel (1831-1922), en 1892, Pissarro pudo resolver los problemas económicos que lo acosaron durante toda su vida. Más tarde, infliudo por Georges Seurat (1859-1891) y Paul Signac, el pintor experimentó con el puntillismo; las críticas negativas que recibió lo llevaron a abandonar esta técnica y a retomar el impresionismo. Cuando una enfermedad ocular que padecía empeoró, tuvo que abandonar la pintura al aire libre y centrarse en escenas urbanas, fue entonces que se trasladó a Ruán y pintó excelentes vistas de la ciudad y de su puerto. Camille Pissarro dejó de pintar, aquejado sobre todo de la vista, y falleció en París el 13 de noviembre de 1903.