Cuando Eleonor Sandresky (Estados Unidos) estudiaba música, usaba grandes vestidos de noche para los conciertos en los que se sentaba frente al piano para interpretar a los clásicos; ahora se pone ropa cómoda y completa el atuendo con sensores electrónicos que van en sus piernas, muñecas y brazos, una especie de nuevo instrumento en el que ha trabajado durante los últimos seis años. Esta noche, la pianista coreográfica ofrecerá un concierto en el auditorio del Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras (CMMAS). Otra peculiaridad en el trabajo de Sandresky es el componente coreográfico, ya que al estar frente al piano ella sentía la necesidad de moverse, más de lo estrictamente necesario, por lo que todo eso ha influido en sus composiciones e interpretaciones, al mostrarnos la partitura con la que ensayaba la mañana de ayer en el Conservatorio de las Rosas, resaltan símbolos e iniciales puestos en con color rojo que son los que guían el movimiento, por lo que al poner sus obras a disposición de otros ejecutantes, van acompañadas de “muchas páginas” de explicación de los símbolos, confesó. En el piano, “sentía que quería hacer el movimiento, se sentía bien, fue muy radical en ese momento”, y lo aún lo es. El traje que Eleonor inventó con sensores electrónicos, y desarrolló con ayuda de ingenieros, está en la etapa de prototipo, “creo que la siguiente será la versión final”. “Cuando estaba en la escuela, para los conciertos usábamos grandes vestidos de noche, creo que es algo tonto porque al tocar tienes mucha actividad corporal”, además, con la formalidad se crea una distancia con los espectadores, que Eleonor ha buscado erradicar, explicó. “Para mí es muy importante traer a la audiencia a la intimidad, compartir”. Esta es la primera visita de Sandresky a Morelia, dijo estar “muy feliz de compartir, fue un gran suceso en ciudad de México”, donde se presentó el martes en la Academia de Arte de Florencia. Con anterioridad había visitado el país como parte del ensamble de Phillip Glass. Para más información, consulte la edición impresa de La Voz de Michoacán.