Con el fin de evitar enfermedades como la diarrea y el cólera por la ingesta de alimentos, la nutrióloga la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), Sigrid Pimentel Martín, difundió cinco claves para la inocuidad de los alimentos. Precisó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido estas prácticas inofensivas de manipulación de los alimentos como son: limpieza y separación de lo cocinado y lo crudo; buena cocción de los alimentos; mantenimiento de los mismos a temperaturas adecuadas; y uso de agua y materias primas inocuas. Manifestó que diariamente millones de personas se ven afectadas por enfermedades transmitidas por los alimentos, y miles de ellas mueren por esta causa. Afirmó que aunque cualquiera puede sufrir una enfermedad transmitida por los alimentos, los grupos más vulnerables son los lactantes, así como niñas y niños pequeños, mujeres embarazadas, pacientes inmunodeprimidos y adultos de la tercera edad. Puntualizó que en el caso de los lactantes y niñas y niños pequeños, su sistema inmunitario todavía no está plenamente desarrollado, por lo que la protección que ofrece la flora intestinal no es tan eficaz como en los adultos. Asimismo, expresó que los cambios hormonales que tienen las mujeres embarazadas, alteran su sistema inmunitario, disminuye su función e incrementa la vulnerabilidad ante las enfermedades transmitidas por los alimentos. Citó como ejemplo que “listeria monocytogenes y toxoplasma gondii, pueden causar partos prematuros, abortos, muerte fetal o malformaciones fetales sin que la madre presente síntomas”. Añadió que “el feto en desarrollo es frágil a patógenos alimentarios que no necesariamente pueden causar una enfermedad en la mujer embarazada”. Indicó que los pacientes inmunodeprimidos, sometidos a tratamientos antineoplásicos, trasplantados o con enfermedades crónicas como la infección por VIH/SIDA, tienen un sistema inmunitario debilitado que los vuelve especialmente propensos a contraer enfermedades transmitidas por los alimentos. Mencionó que las infecciones bacterianas producen a menudo complicadas secuelas, e incluso la muerte. Señaló que las personas de la tercera edad son más vulnerables a las enfermedades transmitidas por los alimentos porque las defensas naturales contra la enfermedad disminuyen con la edad. Destacó que las consecuencias a largo plazo de los episodios repetidos de diarrea son la malnutrición y el aumento de la vulnerabilidad a una amplia gama de enfermedades.