Diputados y Senadores de la Comisión Permanente avalaron un exhorto a las autoridades educativas y del sistema penitenciario del país, para que se construyan centros de desarrollo infantil en apoyo a las reclusas que tienen a sus hijos con ellas mientras cumplen su sentencia. En un punto de acuerdo se pide a las secretarías de Gobernación y de Educación Pública que, en coordinación con la Conferencia Nacional del Sistema Penitenciario, desarrollen un programa para construir y dar reconocimiento de los centros educativos de las instalaciones penitenciarias femeniles. Los legisladores proponen hacer convenios entre los centros de reclusión y las escuelas ubicadas en las inmediaciones, para que se brinden servicios educativos a los menores que viven en ellos. El documento aprobado considera que ante la ausencia de apoyo para que esos menores tengan acceso a servicios de guardería y educación básica, se les coloca en situación de desventaja y discriminación, que además de agravar la lastimosa circunstancia de encontrarse en un entorno no ideal, genera una importante afectación en su desarrollo psicosocial. Por lo anterior, los senadores y los diputados resaltaron que es necesario que el Estado invierta recursos y esfuerzos para garantizar que ese sector de la población tenga acceso a las condiciones que le permitan un desarrollo integral, para que en el futuro el camino de la delincuencia no sea una opción para ellos. Se dijo que de acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en 53 centros penitenciarios en los que se permite la estancia de menores de edad con sus madres, no se da apoyo para que tengan acceso a los servicios de guardería y de educación básica. También constató que en 51 centros penitenciarios, no se proporciona a los menores de edad alimentación especial, incluso en algunos se restringe el acceso a la fruta, a los frascos de alimento para bebé o leche de fórmula, la cual únicamente puede ingresar en bolsas de plástico, por lo que se echa a perder en pocos días. Se informó que existen graves omisiones en lo que se refiere al cuidado de la salud de las niñas y los niños, pues la mayoría de los establecimientos carecen de atención médica especializada para los padecimientos de las mujeres y de los hijos que viven con ellas.